Iván Freites: El sindicalismo en el laberinto

Iván Freites: El sindicalismo en el laberinto

Desde la década de los años 80, Venezuela sufre una crisis política e institucional, lo que ha afectado de manera directa a los partidos políticos, a las instituciones y a todos los sectores sociales incluido el sindicalismo. No obstante, esta crisis trajo como consecuencia la instauración de un gobierno totalitario y contrario a las políticas sindicales y a los logros de los trabajadores en el país.

En 1999 se redacta una nueva Constitución Nacional y dentro de esa normativa se violenta la libertad sindical. Es decir, se impone que las elecciones sindicales tienen que ser realizadas por el Consejo Nacional Electoral, e inmediatamente se obligó a estar organizaciones incluyendo a la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), a realizar elecciones y allí se suspenden a todos los directivos de las organizaciones sindicales, y no sólo fue un hecho inédito en el mundo, sino que dejó descabezada en su totalidad al movimiento sindical en Venezuela.

En el año 2000 hubo un referéndum y se obligó a la CTV y a las organizaciones sindicales a realizar elecciones y el gobierno es derrotado por Carlos Ortega. Sin embargo, no las reconoce y comienza en ese momento la destrucción del movimiento sindical en Venezuela. A raiz de esto, muchos dirigentes sindicales fueron perseguidos, encarcelados, expatriados y en ese momento ocurre lo que en Venezuela llamamos la cubanización de los sindicatos y surge una figura en el movimiento sindical ubicadas por el gobierno en sectores estratégicos.

Con esta serie de desmanes y abusos, ya para el año 2005 el movimiento sindical petrolero que era el más importante del país, que tenía figuras importantes comienza a disminuirse, y lo pero es que el gobierno comenzó a incidir en las decisiones de los trabajadores, y a través de esta injerencia se destruye más las pocas organizaciones sindicales que todavía mantenían algo de independencia de los gobiernos y de los patronos en Venezuela.

En el año 2009 el gobierno de manera descarada impone una directiva de la Federación Petrolera y a partir de ese momento se pierden todas las federaciones petroleras que desde el año 1947 existían en Venezuela (Fedepetrol, Fetrahidrocarburos), desaparecen del mapa sindical del país y se impone una estructura totalmente dominada por el gobierno. Posteriormente, en el 2011 el Ejecutivo dispone una central bolivariana socialista de trabajadores y todo esto conlleva a que el movimiento sindical venezolana caiga en ser un apéndice de la tiranía imperante en nuestro país.

En ese momento comienza la desmejora de todas las contrataciones colectivas, y en el año 2012 se hace una nueva Ley del Trabajo, la cual no fue aprobada por la Asamblea Nacional, tal como lo establece la Constitución, ni discutida con todos los sectores del país, sino que Hugo Chávez hizo esa normativa de acuerdo a sus ideales e intereses partidistas y se impone un nuevo estamento en las relaciones laborales de Venezuela.

A partir del 2012 empieza de manera brutal la eliminación de la libertad sindical, la eliminación de las elecciones de todos los sindicatos del país, la eliminación de las contrataciones colectivas, de los derechos laborales y llegamos a un momento entre el año 2013 y 2018, en el cual el movimiento sindical venezolano está en un laberinto y no haya para donde agarrar.

Todas las irregularidades antes narradas desde la década de los años 80 hasta hoy, ha hecho que el movimiento sindical venezolano sea ineficiente, sin originalidad, sin conocimiento del juego importante y trascendental que puede jugar el movimiento sindical en momentos de tiranías y gobiernos autoritarios.

Hoy como dirigente sindical es mi deber decir que estamos frente a un movimiento sindical zombi, que desdice de su propia esencia natural que es la defensa de los derechos de los trabajadores, de la democracia, de la libertad, de la vida, de la familia y del país.

Pues bien, hoy vemos a un movimiento sindical donde algunos de sus dirigentes se mantienen gracias a los apoyo que les hace la tiranía, esa dirigencia sindical ya anciana no sólo en edad sino en criterios, no ha asumido la posición que debe tener frente a una tiranía, a una invasión, a una arremetida que hay contra los trabajadores en Venezuela, y que ha causado que no tengamos salarios dignos y que vivamos en la miseria.

Hoy los trabajadores no están en capacidad de comprarles un juguete a sus hijos, no están en capacidad de comprar un estreno a sus hijos, de hacer una hallaca en su casa. Es acabar con la esencia de la conquista política más importante de los trabajadores, como son sus sindicatos, donde a través de estatutos y de tormentas de ideas, esas organizaciones se movilizan para lograr sus conquistas, pero lamentablemente hoy existe una dirigencia sindical que se ha puesto del lado de la tiranía y de los invasores.

Hace dos días se demostró que en Venezuela la invasión no es solo de figuras policiales o de inteligencia, sino que es presencia de bombarderos como los rusos, y en este momento el movimiento  sindical y esa dirigencia siguen pensando que hay que tratar al gobierno por las vías pacíficas, y que el gobierno salga por vía electoral.

Señores esta invasión no sólo debe ser tratada por la dirigencia política, sino por el movimiento sindical venezolano, por eso requerimos de un movimiento sindical con principios democráticos, con lealtad hacía la patria, con conocimiento de lo que es la soberanía nacional. Ese movimiento sindical tiene que actuar de la mano del pueblo  y tomar las acciones correspondientes. No podemos seguir con un movimiento sindical que desprestigie las conquistas de los trabajadores del mundo, como son las huelgas y los sindicatos, tenemos que lograr que este movimiento recupere la ética, los principios, los valores y la defensa del movimiento sindical universal.

Es importante decirles a los trabajadores venezolanos que estamos en una lucha no solo por el rescate de los salarios y de su calidad de vida, sino que estamos en una lucha por la independencia de Venezuela, porque nuestro país sea libre y que reine la democracia. Estamos convencidos que más temprano que tarde este movimiento sindical va a salir de este marasmo en que lo han sometido, en estas profundidades en las que ha caído, y vamos a recuperar su independencia, su autonomía, y sobretodo sus movilizaciones y estrategias de lucha, Hoy Venezuela reclama un movimiento sindical comprometido con los trabajadores, con las familias, con las instituciones y con la democracia.

 

Iván Freites

Secretario General del Sindicato

De Trabajadores Petroleros del estado Falcón

@ivanrfreites

 

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