¿Y porque me pregunto en qué términos? Porque eso es lo que hará la gran diferencia de cómo vamos a salir –si salimos- de la narco-tiranía-militarizada que gobierna Venezuela, Diego Arria dixit.
Si sale de la Asamblea Nacional la cosa esta bien complicada. Los denodados esfuerzos que el llamado Frente Amplio (porque ahora ni de vaina que se dejan llamar MUD) ha hecho para convencer a los venezolanos de que “ahora sí” saldremos de “esto” a partir del 10 de enero, pasan porque se le presente al país una ruta creíble de no cohabitación. Pero estas nuevas promesas entrampan a la oposición oficial, habida cuenta del nulo apoyo popular demostrado por la bajísima participación electoral del 9D, aunque Tiby la haya más que duplicado.
En un principio pensaba que la estrategia de la oposición oficial de la Asamblea Nacional sería dejar eso así y continuar “business as usual” sin tomar ninguna decisión en torno a ese gobierno de transición, como lo habían hecho hasta ahora, alargando de esa manera el vacío de poder, y alegando de allí en adelante la usurpación del régimen.
Pero ahora al parecer las ultimas noticias apuntan a una posible negociación en los términos sugeridos por el Presidente de Datanalisis, José Antonio Gil Yepes, en una reciente entrevista:“Vamos a reconocer al Presidente de la República, pero este debe aceptar que hay que renovar a 13 magistrados que fueron nombrados expres fuera de las normas que establece la Constitución Nacional; hay que nombrar al Contralor, al Defensor y al Fiscal porque fueron impuestos por la ANC y ese no es el órgano constitucional que le corresponde nombrar a estos tres cargos. También hay que nombrar a dos rectores (CNE) que están vencidos desde hace dos años por la AN y no por la ANC” (ver Gil Yepes: Oposición puede reconocer a Maduro a cambio de que AN nombre altas autoridadeshttp://www.noticierodigital.
De concretarse eso, desaparecería de un plumazo el TSJ legítimo en el exilio y todas sus decisiones (lo que no sería del desagrado de la Asamblea Nacional y del régimen, por lo que coincidirían en objetivos), incluyendo la sentencia por corrupción de Maduro. Todo esto sin contar con toda la sangre derramada en las calles para llegar hasta aquí. Ni decir tengo que eso sería un “autosuicidio” opositor, o la confirmación oficial del inicio de una etapa de cohabitación a lo Vichy en Venezuela.
De la misma manera se acabaría igualmente y de inmediato la presión internacional sobre el régimen de Nicolás Maduro, ya que la oposición y el gobierno “estarían dialogando” tal y como lo desean abiertamente algunos países de la Comunidad Internacional. ¿Se imaginan cuánto dinero se estaría manejando para que eso pase? Ni me lo quiero imaginar…
Si esto se materializa el régimen tendría la vía libre para la aprobación de su nueva Constitución comunista, que a diferencia de lo que sugiere Yepes, la ANC podría aprobar sin la necesidad de un referendo porque se plantearía el cambio constitucional por la vía de la reforma, incorporando todo el articulado comunista que desaparecería a los Poderes Públicos –como la Asamblea Nacional- como los conocemos ahora, pero sin quitarle su “legado” al Comandante Chávez. Sería la Constitución de 1999 pero ajustada al sueño comunista del Galáctico ¿qué tal? Que se bajen de esa nube opositora quienes crean que el régimen llamará a un Referendo para aprobar su bodrio comunista.
Todo apuntaría entonces que esa jugada opositora para enero por parte de la Asamblea Nacional pareciera no ser para el beneficio de los venezolanos sino para quienes nos están vendiendo, ya sea que negocien en los términos que dice Yepes, u otros con el régimen.
Eso nos deja entonces al TSJ legítimo en el exilio con esa grave responsabilidad. ¿Qué creen ustedes que pasaría si el Alto Tribunal legítimo nombra un Gobierno de Emergencia Nacional en el exilio? Los primeros en rechazarlo, antes que el mismo régimen, serían los opositores oficiales del Frente Amplio. Nunca aceptarían como ya lo ha dicho el Presidente de la Asamblea Nacional, que esa instancia nombre un gobierno antes que ellos.
Incluso algunos importantes opositores que no están en el Frente Amplio no aceptan que el TSJ legitimo lo haga, aun a sabiendas que tienen la facultad constitucional para hacerlo si la Asamblea no cubre el vacío de Poder, coincidiendo con el criterio de Omar Barboza que ese gobierno “debe salir desde Venezuela”, poniendo de primero las pretensiones de poder de los políticos locales antes que salir de la grave crisis por la que atraviesa el país. Y eso es lo que nos ha tenido jodidos (y perdonen el anglicismo) durante 20 años. Esto es, prefiero a Maduro antes que otro opositor de donde sea que me gane la partida. Menuda forma de concebir la política.
Entonces, tanto que la Asamblea Nacional nombre un nuevo gobierno de Vichy, como que el TSJ legitimo nombre un gobierno que sea rechazado en Venezuela por la oposición oficial, para que se ocupe de organizar fuera del país lo que sea necesario para lograr que la Comunidad Internacional reconozca la Responsabilidad de Proteger (R2P) los Derechos Humanos de los venezolanos, nos encontramos al borde de entrar en una fase de resistencia masiva, bien sea para resistir por todos los medios a nuestro alcance la continuidad de Maduro en el poder inconstitucionalmente, con la ayuda colaboracionista, o bien sea para apoyar decididamente los esfuerzos que haga un Gobierno de Emergencia Nacional en el exilio para desplazar al régimen desde afuera. Y estamos a menos de un mes de que todo esto ocurra. Nos encontramos entonces al borde de la resistencia.
Caracas, 15 de Diciembre de 2018
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