El Gobierno de Chile anunció hoy su decisión de abstenerse en la votación que tendrá lugar este miércoles en la asamblea general de Naciones Unidas para ratificar el Pacto Migratorio aprobado hace unos días en Marruecos.
“Hemos decidido abstenernos de votar a favor del Pacto Migratorio”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Ampuero, en una declaración oficial sobre la posición definitiva de Chile sobre este asunto, luego que en los últimos días otras autoridades habían dejado entrever un voto en contra.
En el texto, Ampuero aseguró que Chile “es un país que cree profundamente en la importancia del multilateralismo y está comprometido con el diálogo y la cooperación en materia de migraciones”.
Sin embargo, puntualizó, “en este caso específico hemos decidido abstenernos, dado que (el Pacto Migratorio) no resguarda los intereses de nuestro país”.
El responsable de la diplomacia chilena explicó la política migratoria del Gobierno que preside Sebastián Piñera, contenida en un proyecto que actualmente se debate en el Congreso, sobre la base de principios bajo los cuales “buscamos una migración segura, ordenada y regular”.
“Buscamos una inmigración que sea segura, ordenada y regular. Esto significa ejercer una política de puertas abiertas para recibir a aquellos migrantes que vienen a iniciar una nueva y mejor vida con la intención de respetar nuestras leyes”, precisó.
“Pero al mismo tiempo, significa ejercer una política de puertas cerradas, para detener la entrada irregular, evitar que ingresen aquellos que vienen a hacernos daño, como los delincuentes, narcotraficantes, el crimen organizado y los grupos de trata de persona”, agregó.
En ese contexto, subrayó que algunos aspectos del Pacto de la ONU “no son consistentes con nuestra política migratoria”.
Por ejemplo, añadió, “incentiva la migración irregular” al no hacer distinción entre la migración regular e irregular y “afecta el derecho soberano de todo Estado a decidir cómo resguarda sus fronteras”.
En la última semana, el presidente Sebastián Piñera defendió su posición públicamente en al menos cuatro ocasiones, en las que sostuvo que el Pacto de la ONU “contradice principios” de la propia política chilena de migraciones y “no resguarda adecuadamente los legítimos intereses de Chile y de los chilenos”.
Al mismo tiempo, ha acusado al Gobierno de su antecesora, Michelle Bachelet, de haber causado “un caos migratorio” al abrir las puertas del país a cerca de 300.000 extranjeros irregulares, que llegaron como turistas.
Este miércoles, tras conocerse que Chile se abstendrá en la votación de la ONU, Piñera comentó: “He cumplido con mi deber de proteger los legítimos intereses de todos mis compatriotas”.
“El pacto de Naciones Unidas sobre migración entra en conflicto con los principios de la política migratoria del país. Chile no va a suscribir el pacto de migración que se acordó en Marrakech sino se va a abstener porque eso nos da la oportunidad de explicarle a la comunidad de Naciones Unidas las razones por las cuales no concurrimos a ese pacto”, agregó.
Según una encuesta de la consultora Cadem, un 58 % de los chilenos aprueba que su país se margine del Pacto Migratorio, frente a un 36 % favorable al convenio, pese a que un 80 % de los consultados afirmó que migrar es un derecho humano, contrariamente a lo que han sostenido algunas autoridades, como el subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla.
El canciller Ampuero, en cambio, admitió que sí es un derecho humano.
Según datos gubernamentales, en Chile hay actualmente alrededor de 1.100.000 inmigrantes.
EFE