Hoy, víspera de Navidad, hace una pausa esta breve crónica con la que molesto vuestra atención cada domingo desde hace algo más de ocho años. 2018 ha sido otro año rudo con la justicia, la libertad y el bienestar de los venezolanos. En esta fecha de epifanía permitamos a nuestros espíritus disfrutar de la paz que la adorna, olvidar por un instante los momentos amargos y reencontrarnos serenos y en armonía con nuestras familias y amigos.
Que la esperanza sea la insignia de este encuentro pascual y que retomemos los bríos para reanudar la batalla con unión, lucidez, decisión y entrega.
Con un afectuoso abrazo: ¡Feliz Navidad para todos!
Ramón