Domingo Álvarez, artista y arquitecto dominicano, pero radicado en Venezuela desde temprana edad, falleció el pasado viernes 28 de diciembre en Caracas a la edad de 83 años, publica el diario El Universal.
Conocido popularmente como “El flaco”, es considerado como un pionero del montaje artístico, además de acreedor de una carrera bastante polifacética.
Aunque nació en la ciudad de Santo Domingo, su familia emigró a los dos años para instalarse permanentemente en el país. Egresó de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Central de Venezuela, donde fue profesor desde 1961, año en que ganó el primer premio del Concurso Nacional de Urbanismo. En el año 2012, también fue reconocido con el Premio Nacional de Arquitectura.
Entre 1967 y 1969 formó el grupo Comunicación e Imagen, el cual estuvo a la vanguardia de las artes audiovisuales de la época.
Junto a José Ignacio Cabrujas y Rolando Peña, unió por primera vez danza, teatro y cine en 1965, con su Homenaje a Henry Miller.
Entre 1979 y 1989 diseñó el edificio y la imagen del Museo de los Niños (Caracas), así como el Monumento a la aviación, creado en 1970 para celebrar los 50 años de la Aviación Nacional.
Entre sus reconocimientos figuran el primer premio en el I y II Salón Universitario de Pintura de la UCV (1957 y 1958), el Premio Marcos Castillo y Premio Colegio de Arquitectos (1968) y el primer premio al diseño en la II Bienal de Arquitectura (1967).
Entre sus obras más recordadas, están La gramática del espacio (1991), Corredor: espacio fluctante (1991) o la Zona Prisma, que entre 1974 y 1975 estuvo ubicada en el Paseo Las Mercedes.