El episodio ocurrió en Ibiza, España, en la madrugada del 1 de enero. La policía estaba en alerta, esperaban mucho trabajo por los festejos por el Año Nuevo.
Según detalló ABC, esa noche, un joven fue arrestado por “delitos a la salud pública”. Cuando lo detuvieron en un retén céntrico, se llevaran una gran sorpresa. Es que el hombre, que conducía de forma “errónea” y “manifiestamente temeraria”, dio positivo en cocaína, metanfetamina, opiáceos, cannabis y anfetamina… Es decir, en todas las sustancias que se pueden analizar.
De acuerdo con el comunicado del Ayuntamiento de Ibiza, “cuando los agentes se encontraban realizando labores propias de su cargo”, observaron un vehículo circulando de forma “errónea” y con “conducción manifiestamente temeraria”, por lo que era “un peligro para los demás usuarios de la vía”. En ese contexto, detalla el texto, los agentes decidieron dar el alto al vehículo, practicar los test al conductor.
Pero no solo marcó un hito histórico al dar positivo en todo lo que se puede analizar en un retén policial, sino que, además, le encontraron en el auto “20 pastillas de color rosa en forma rectangular, seis pastillas de color violeta con el dibujo de una calavera, dos envoltorios de plástico conteniendo una sustancia polvorienta —al parecer cocaína—, con un peso aproximado de 0,80 gramos, y un envoltorio de plástico conteniendo una sustancia de color marrón con un peso de 0,15 gramos”.