No es porque la señorita Nina Serebrova esté más buena que comer con las manos, no… simplemente somos caballeros y sentimos la necesidad de ayudar.
LaPatilla.com
Ya que la vimos tan despavorida empujando su humilde Ferrari, no dudamos en llamar la atención de la opinión pública para que alguien se acerque y se lo empuje, leemos sus propuestas.
Pobrecita vale…