El presidente encargado Juan Guaidó mostró un postura valiente y firme ante la breve detención efectuada por funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) en la carretera Caracas-La Guaira, cuando se disponía a asistir a un Cabildo Abierto en el Litoral Central. Los hematomas en sus muñecas demuestran que la resistencia es en serio.
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Más allá del cansancio físico o la incertidumbre pasajera, Juan Guaidó mostró una firmeza, una voluntad, que la política de Venezuela extrañaba.
“Trataron ponerme unas esposas y no lo permití, porque era el presidente de la Asamblea”, enfatizó el dirigente de Voluntad Popular en el Cabildo, tras su liberación. “Todo el mundo vio, nos interceptaron, nos secuestraron”, agregó.
El presidente encargado puntualizó que “los que tienen miedo son los cinco, seis, miembros de una cúpula de ladrones”.
Finalmente, sentenció que “ellos no van a poder frenar el grito de cambio”.