El pasado 14 de enero, un Nicolás Maduro en entredicho anunció un incremento del salario mínimo, que continuó pulverizando el poder adquisitivo del venezolano. De 4.500 a 18.000 bolívares “soberanos” ubicó la remuneración mínima que deberá recibir un individuo por su trabajo de 30 días.
A escasas 96 horas del anuncio, el incremento de los precios de los productos básicos se cuadruplicó a pesar de que el aumento anunciado por Nicolás & Co. fue del 300 por ciento. Para el 19 de diciembre un kilo de carne de primera podría comprarse hasta en 2.500 BsS y el de cochino en 3.500 BsS.
Exactamente un mes después, el mismo kilo de carne alcanza los 9.200 soberanos.
A continuación, las imágenes que ilustran que, el que no ande enchufado con los carnets y las misiones, tendrá que amarrarse el cinturón donde ya huecos no quedan gracias a los soberanos de papelillo de Nicolás.
Lo del queso es atroz.
Fotos: Juan Peraza