– La destrucción a mansalva de la economía nacional, incluida las empresas básicas y, en especial, PDVSA, la gallina de los huevos negros, así como la innúmera cantidad de empresas privadas expropiadas y confiscadas, todo con el fin de crear una economía importadora, de puerto, que además privilegió a los aliados de la Revolución bolivariana.
– La aniquilación de la institucionalidad venezolana, mediante la creación de instituciones paralelas y ad hoc, que fueron absorbiendo las competencias legitimas de los órganos de los diferentes poderes públicos.
– La división de venezolanos entre escuálidos y revolucionarios, lacayos del Imperio y defensores de la Patria Socialista. A estos fines, la violencia se institucionalizó como política de Estado, los asesinatos están a la orden del día, van más de 300.000; ya Caracas superó el triste récord que ostentaba San Pedro Sula en Honduras. En Socialismo, la vida no vale nada.
– La muerte planificada del sistema de salud: hospitales sin medicamentos ni insumos, sin agua ni luz, médicos exiliados, enfermeras y paramédicos mal pagados, ambulancias inservibles, y, por supuesto, adultos, niños y ancianos que mueren por falta de atención hospitalaria…lo único que. Paradójicamente, funciona a todo vapor y a toda hora son las morgues.
– Carencia de alimentos y medicinas. A lo que se suma unos servicios públicos deteriorados; agua contaminada, luz e Internet ausente, transporte público en aguda crisis, y autopistas, carreteras y puentes intransitables.
– Hiperinflación indetenible, no hay salario que resista el aumento continuado de los precios…el hambre, la desnutrición, unidos a la ausencia de los alimentos básicos, han logrado que el venezolano Hecho en Socialismo se alimente de los vertederos de basura.
– Complacencia demente con los tíos Fidel y Raúl, lo que implicó trato preferencial para Cuba en la venta de petróleo, y pago con sobreprecio en la compra de bienes y servicios que proporciona el régimen castro – comunista a la Revolución Bolivariana, especialmente el pago efectuado por concepto de los médicos de familia explotados y maltratados.
En fin, los especialistas en defenestración, estudian si esta cúpula cívico – militar, debe ser más bien arrojada desde el Balcón del Pueblo, ya en tierra – coinciden -, serán conducidos a aviones que realizarán vuelos especiales desde Venezuela a Cuba … esta vez de Caracas a la Base de Guantánamo.