También debemos mencionar los elementos del moderno socialismo internacional; denominado Terrorismo, que ha tomado circunstancias, creencias y elementos del islamismo, el judaísmo y el cristianismo para sembrar al mundo de miedo, odio y resentimiento en cada sitio del orbe. Hasta hace poco no veíamos la decisión de enfrentar esa amalgama de corbatas azules y zapatos negros, con la dureza que se espera para terminar de quebrar el espinazo de la perversidad hecha hombre.
En Venezuela el daño es incontable e inconmensurable. Una vez ido el Social esclavismo del siglo XXI podremos iniciar un control de daños causados por 30 años de maldad (febrero 04, 1989/febrero, 2019). Como ha sido nuestra consigna, seguimos proponiendo la construcción de Venezuela, basada en principios básicos y elementales que nos den resultados y luces para encontrar el bienestar, la riqueza y la prosperidad duradera de nuestros coterráneos.
Principios que nos protejan de una vuelta a ser víctimas de cualquiera de las versiones del Social esclavismo del siglo XXI. Incluido el enfoque internacional denomino terrorismo, encargado de las operaciones militares y guerreristas; Así como el socialismo cultural, arropado de un lenguaje pacifista, con mensajes destinados a destruir a la familia y las libertades individuales, tergiversando, entre otros, los contenidos científicos para sus fines y propósitos demagógicos e infernales.
A tales efectos, debemos enterrar el keynesianismo, junto con todo el discurso del expansión del estado, la confiscación, las fulanas reformas agrarias, extinguir la expropiación, en cualquiera de sus versiones; restituir la herencia sin el temor a la imposición de tributos. En fin, llevar al Estado a sus funciones naturales de protección y resguardo del individuo, para que éste pueda ejercer sus libertades políticas, económicas y sociales. De esa forma estamos esperando por la salida definitiva a la tragedia venezolana del siglo XXI, la salida definitiva del social esclavismo del siglo XXI.
Bladimir Díaz
@bladimirdiaz