El 12 de febrero de 2014 miles de venezolanos desafiaron al régimen de Nicolás Maduro y se echaron a la calle para clamar contra las violaciones de derechos, la escasez de productos básicos y la violencia, unos males que no harían sino agravarse en los años siguientes. En las protestas de aquellos días se registraron 43 muertes y el Gobierno señaló sin contemplaciones a un culpable: Leopoldo López, el prometedor político, entonces de 42 años, que había fundado el partido Voluntad Popular y que se estaba erigiendo en la principal alternativa opositora a Maduro. El régimen ordenó su captura. Asíi lo reseña abc.es
Seis días después, el 18 de febrero, el propio López se entregó a la Policía entre seguidores que le aclamaban. Más tarde, tras un proceso en el que su defensa no pudo presentar pruebas ni testigos, sería condenado a 13 años, nueve meses y siete días de prisión, por instigar las manifestaciones. El líder opositor cumple desde entonces su condena, ahora en arresto domiciliario.
Cinco años después de aquellas protestas, Venezuela vive con la esperanza de desalojar del poder a Nicolás Maduro bajo el liderazgo de Juan Guaidó, el joven presidente de la Asamblea Nacional, que ha asumido transitoriamente las funciones del Ejecutivo para llevar al país a unas elecciones libres. Guaidó, miembro del mismo partido que López, Voluntad Popular, ha convocado este sábado una gran caravana para exigir la entrada de la ayuda humanitaria que aguarda al otro lado de las fronteras.
La esposa de Leopoldo López, Lilian Tintori, que vive junto a su marido en Caracas estos días trascendentales, y el padre del líder opositor, Leopoldo López Gil, exiliado en España, hablan para ABC de la situación y lo que está por venir en Venezuela.