El ministro de Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, no pudo soportar la contundentes declaraciones que ofreció este lunes del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en Florida sobre apoyar a Venezuela en su lucha por salir de la dictadura socialista de Nicolás Maduro, y donde lo calificó de “títere” de La Habana y acusó sobre el evidente control que la isla tiene sobre las fuerzas armadas del país suramericano, publica PanamPost.
Este martes, en una rueda de prensa, calificó de “infame” la acusación de Trump de que la isla “mantiene un ejército privado en Venezuela”. “Lo conmino a que presente evidencia. Nuestro gobierno rechaza esa calumnia en los términos más enérgicos y categóricos”, dijo Rodríguez en la cuenta Twitter de la cancillería cubana.
Es infame la acusación del presidente de #EEUU de que #Cuba mantiene un ejército privado en #Venezuela. Lo conmino a que presente evidencia. Nuestro gobierno rechaza esa calumnia en los términos más enérgicos y categóricos. (1/2)
— Bruno Rodríguez P (@BrunoRguezP) February 19, 2019
Posiblemente no se puede hablar de “un ejército privado en Venezuela” como dice Rodríguez, pero sí de la presencia de efectivos militares cubanos en el país, y años de una estrecha colaboración con el objetivo de controlar las Fuerzas Armadas de Venezuela.
Una información oficiosa publicada por Foresightcuba –que se dedica a presentar estadísticas sobre la isla–, contabiliza la presencia militar de Cuba en Venezuela de la siguiente forma: 4.500 hombres de infantería cubana organizados en 8 batallones de 500 efectivos, más un batallón estacionado en Fuerte Tiuna; 2 Generales de Brigada (Herminio Hernández Rodríguez y Alejandro Ronda Marrero) (1 en Fuerte Tiuna, otro en Barquisimeto); 4 coroneles (Rodrigo Hernández Maite, Rufino Zabaleta Corvino, Jaime Freitas Sambrano y Simon Guillermo Sénior); 8 tenientes coroneles; 6 capitanes de fragata y 25 oficiales subalternos.
Esta información detalla quiénes son con nombre y apellido, sus funciones, donde se encuentran destacados, las armas que portan y que usan uniformes tipo “patriota” venezolano, con insignias y grados militares venezolanos.
De larga data
Según un artículo del periodista Leandro Dario, subeditor internacionales del Diario Perfi, publicado en febrero de 2010, ya para ese momento el entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez, había incorporado a militares cubanos a la Fuerzas Armadas del país con el objetivo de sumar a altos mandos de Cuba para garantizar el dominio en los cuarteles y proyectar el socialismo.
Uno de los primeros en denunciar públicamente esta movida de Chávez fue el general venezolano Antonio Rivero, actualmente exiliado en EE. UU. En abril de 2010 dijo en una entrevista a La Vanguardia que “la penetración de oficiales cubanos en el corazón de las fuerzas armadas venezolanas supone una injerencia peligrosa en áreas estratégicas, lo que les permite conocer los secretos militares del país”.
Esta intromisión de los cubanos en el mando de la FAN hizo que Rivero pidiera la baja del Ejército el 17 de marzo de 2010, y denunciara “la politización y a la pérdida de la instrucción democrática que existe en la FAN”.
Rivero reveló que los oficiales de la isla imparten, hacen el seguimiento y supervisan los “elementos doctrinales militares a niveles de comando y Estado mayor”, y además denunció que para aquel entonces los cubanos ya ordenaban y mandaban en el Comando Estratégico Operacional, en la Ingeniería Militar, en la Inteligencia, en el área de Armamento y en Comunicaciones.
Carlos A. Romero, politólogo y profesor titular en la facultad de ciencias jurídicas y políticas de la Universidad Central de Venezuela (UCV), en un papel de trabajo titulado La política exterior de la Venezuela bolivariana, publicado el 4 de julio de 2010, escribió que la agregaduría militar de Venezuela en Cuba se estableció en 2007, y desde 2009 existe la Agregaduría Militar, Naval y Aérea cubana y un Grupo de Coordinación y Enlace de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba en Venezuela, y que estaba al mando del general de brigada Frank Yánez.
El trabajo de Romero señala que hasta ese momento no había información confiable sobre la existencia de un tratado militar entre los dos países, ni tampoco alguna compra de material bélico entre ellos o de terceros países, o sobre maniobras militares conjuntas.
El especialista destaca que lo que comenzó como una misión de intercambio de personal militar se había convertido en una misión estratégica, dentro de la cual se le había dado desde el mes de enero de 2010, al Comandante de la Revolución y Ministro de Telecomunicaciones e Informática del gobierno de Cuba, Ramiro Valdés la co-coordinación del plan de racionamiento eléctrico en Venezuela. “Esto forma parte de la profundización de la cooperación entre Venezuela y Cuba que ya se ha convertido de hecho en una complementación económica y que ahora pudiera pasar a una ‘fase militar”, escribió en su papel de trabajo.