La recuperación económica e institucional de Venezuela comienza a tomar forma en el equipo del presidente interino Juan Guaidó aún antes de que se consolide un cambio de régimen en ese país y Colombia, por su cercanía, será fundamental en esa transformación, según fuentes de los dos países.
“Tenemos un plan muy claro del manejo que vamos a dar a nuestro país”, manifestó Humberto Calderón Berti, embajador de Guiadó ante el Gobierno de Colombia, en una cena ofrecida por el presidente Iván Duque con autoridades de los dos países, líderes de organismos internacionales, empresarios y periodistas para intercambiar opiniones sobre mecanismos de apoyo al pueblo de Venezuela.
La prioridad máxima sigue siendo el ingreso de la ayuda humanitaria que se espera pueda pasar la frontera este sábado 23 para distribuir entre la población alimentos, suplementos vitamínicos, medicinas y kits de higiene personal.
La tarea no se presenta nada fácil dada la oposición del régimen de Nicolás Maduro a permitir el ingreso de la ayuda humanitaria, pero en cualquier caso hay coincidencia entre las autoridades en que el regreso de la democracia a Venezuela es “irreversible”.
“Yo me atrevo a decir que lo que se ha logrado con el cerco diplomático es irreversible porque no hay forma alguna de que la comunidad internacional vuelva a legitimar esa dictadura”, manifestó Duque.
El mandatario ha puesto a disposición de Guaidó, a quien Colombia reconoce como presidente “legítimo” de Venezuela, toda la capacidad productiva del país para ayudar a solventar la crisis.
Históricamente Venezuela fue el segundo socio comercial de Colombia, con un intercambio de bienes y servicios que en 2007 rondaba los 7.000 millones de dólares anuales, pero que se vino al suelo con las tensiones y rupturas diplomáticas de la última década.
La posición de Duque es compartida por el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, quien en la misma reunión afirmó: “Hemos llegado a un punto de no retorno, es irreversible la consolidación de Juan Guaidó”.
“El único camino que conocemos es apoyar el proceso de transición democrática de Juan Guaidó, todo lo demás es solución violenta para Venezuela y es también solución violenta ser indulgentes con la dictadura usurpadora venezolana”, enfatizó Almagro.
En paralelo se trabaja en un plan para la reconstrucción económica del país, que tiene las mayores reservas petroleras del mundo pero cuya producción de crudo cayó de 3,3 millones de barriles diarios hace una década a “escasamente un millón de barriles por día”, según recordó Calderón Berti.
El embajador de Guaidó habla con el conocimiento que le da el haber sido presidente de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), ministro de Energía y de Relaciones Exteriores.
“Las grandes unidades productivas de nuestro país fueron incautadas por el Gobierno”, lamentó el diplomático, quien considera que hay que reconstruir todo el sector productivo y de servicios, comenzando por el petrolero, el agropecuario y agroindustrial, así como la generación y transmisión eléctrica, los hospitales y las escuelas.
Para Calderón Berti, esa reconstrucción “es una oportunidad de oro si trabajamos juntos los dos países” porque Venezuela necesita urgentemente una ayuda que Colombia está en condiciones de suministrarle.
“Nosotros tenemos que reconstruir a Venezuela, la gente no tiene idea del grado de afectación que esta gente (el chavismo) le ha hecho a nuestro país. Tenemos que reconstruirla pero desde sus raíces, los valores éticos y morales fueron destruidos, no tenemos en Venezuela hoy por hoy una institucionalidad que también fue destruida, se ha destruido totalmente el aparato productivo”, sentenció.
En ese sentido, el presidente de la Asociación de Empresarios de Colombia (ANDI), Bruce Mac Master, explicó que ya se trabaja en una plataforma para ayudar a Venezuela en las áreas de petróleo, sanitaria e incluso financiera dado el estado ruinoso de la economía de ese país.
La recuperación debe dedicar también mucho esfuerzo a la institucionalidad, que según Almagro será “una tarea de Hércules” porque “no hay ningún ministerio que pueda dar respuesta a los problemas del país”.
Igualmente debe incluir el “desmantelamiento del aparato represivo” para contar con unas Fuerzas Armadas respetuosas de lo institucional y convocar elecciones cuando se pueda nombrar una nueva autoridad electoral ya que el padrón electoral está “totalmente contaminado”.
“Estamos ante una dictadura que transformó en armas represivas la salud y la alimentación de su propio pueblo, lo cual es algo completamente inaceptable y es el proceso que empezamos a revertir con la ayuda humanitaria”, sentenció Almagro. EFE