Una red chilena de ciberacoso que filtraba fotografías íntimas e información personal de niñas y mujeres fue cerrada tras la denuncia de al menos nueve víctimas, informó este miércoles la Fiscalía.
Las denunciantes, niñas y mujeres de entre 13 y 26 años, revelaron la filtración de fotografías íntimas y de información sobre su vida personal que era recopilada de otras redes sociales e intercambiada por los usuarios de la página Nido.org, la cual fue cerrada tras conocerse las denuncias.
La página ya era investigada por el Ministerio Público chileno debido a anteriores denuncias realizadas por otras víctimas, según explicó el fiscal nacional Jorge Abott.
“Los antecedentes que han surgido en los últimos días son antecedentes que se han ido acumulando a estas investigaciones que ya se encuentran abiertas. Nos pareció, desde un inicio de extraordinaria gravedad, la existencia de sitios de esta naturaleza”, afirmó Abott.
La página contaba con unos 10.000 usuarios, quienes no sólo intercambiaban las fotografías sino que entregaban datos personales de las mujeres, como sus direcciones, lugares de estudio o trabajo. También, amenazaban a las víctimas y planeaban seguimientos y amedrentamientos en contra de ellas, lo que provocó una gran conmoción entre los chilenos.
Tras hacerse conocido el hecho, medios locales informaron que el supuesto administrador de esta página se suicidó, lanzándose a las líneas del metro de Santiago la noche del martes. El hombre, de 31 años, ya era investigado por la policía civil por los delitos de ciberacoso, pedofilia, presuntos secuestros y violación a la privacidad.
Organizaciones feministas anunciaron que presentarán denuncias ante la justicia contra los responsables de la página, mientras que el gobierno llamó a denunciar estos hechos ante la Policía.
El ciberacoso en Chile se presenta mayormente a nivel escolar y entre adolescentes. Esta práctica aumento un 56% en los últimos tres años. Un 82% de las denuncias de acoso fueron de mujeres, según un estudio gubernamental presentado el año pasado.
AFP