El diputado a la Asamblea Nacional, Williams Dávila, denunció este martes que grupos civiles armados controlan los puntos fronterizos que conectan a Colombia y Venezuela, luego que por disposición de Freddy Bernal, protector del estado Táchira, se ordenara cerrar todos los pasos de la zona centroocidental del país.
“No solamente es el puente internacional Simón Bolívar, el puente que da a Ureña, también lo hacen en el Puerto de Santander, donde ubicaron recientemente un conteiner. Cualquier tipo de salida o entrada está controlada por grupos irregulares, lo que expone a la integridad física a los ciudadanos que salen y entran a Venezuela”, sentenció el también presidente de la Comisión de Asuntos Internacionales del Parlamento del Mercosur, desde los jardines del Palacio Federal Legislativo.
Haciendo hincapié en que por esta zona transitan la comida, las medicinas, el portavoz de la alternativa democrática subrayó que los grupos delincuenciales están cobrando vacunas a quienes se atreven a cruzar por las trochas. “Es un genocidio inducido por este régimen que no se para en ninguna circunstancia para agravar, aún más, la crisis económica y política que estamos viviendo los venezolanos”, destacó.
500.000 niños en edad escolar en riesgo
En relación al mismo tema, Dávila puntualizó que entre 400 mil y 500.000 niños que hacen vida en las zonas panamericanas de Táchira, Mérida y Trujillo se están viendo afectados con el cierre de la frontera al no poder acudir a las escuelas donde reciben formación en el vecino país.
“No es solo el tema de la ayuda humanitaria, es la cotidianidad humanitaria, es el problema humanitario que se ve a diario de la persona que sale a hacer compras, niños que van a las escuelas, diligencias trabadas. Están impedidos en su circulación”, fustigó el legislador andino.