La izquierda y los espejismos de la crisis venezolana, por Marc Saint Upery

La izquierda y los espejismos de la crisis venezolana, por Marc Saint Upery

El número de sandeces que se ha escrito desde la izquierda sobre la crisis venezolana es bastante impresionante. En general, se subdividen en dos categorías complementarias:

1/ Un delirio total sobre la “intervención imperialista” –con cierto goce masoquista del regreso alucinado al escenario primitivo de los eternos verdugos (el “imperio”) y las eternas víctimas (los pobres e inocentes latinoamericanos)– que demuestra hasta qué punto hoy el antiimperialismo latinoamericano, y no solo latinoamericano, es una ideología zombi y un vector de colosal ignorancia, paradójicamente, sobre el mismo imperio y los mecanismos de su funcionamiento real. Así como sobre la realidad de las relaciones de fuerzas geopolíticas en el mundo. Es curioso comprobar que mucha gente que abogó desde siempre a favor de un mundo multipolar, cuando este mismo mundo empieza a surgir de veras, se muestra incapaz de analizarlo y se vuelve furiosamente nostálgica de las supuestas certidumbres binarias del pasado.

2/ Una ignorancia teórica y empírica abismal sobre la naturaleza y la evolución del régimen chavista-madurista, acompañada por una falta total de imaginación moral y empatía humana por la suerte del pueblo venezolano real y no fantaseado. En una correspondencia privada, un respetado intelectual marxista argentino escribía hace poco a un amigo mío: “Lo que está diciendo la izquierda (incluido el trotskismo) sobre Venezuela es sencillamente vergonzoso. Pareciera que no se ha aprendido nada de la historia. El descrédito en que ha caído el socialismo revolucionario es mayúsculo. Máxime si tomamos en cuenta el fracaso de los ‘socialismos reales’. Para la mayor parte de la gente, la conclusión es que el socialismo es inviable, y desemboca en dictaduras. Lo de Venezuela refuerza, y en gran medida, esa idea. Va a costar mucho remontar esto”.

Por supuesto tiene razón el compañero, pero tal vez no entiende bien la lógica de autoengaño fetichista que sustenta esta ceguera. Estoy leyendo un libro muy instructivo, el diario clandestino del año 1954 de Leopold Tyrmand, un escritor y crítico de jazz polaco, observador irónico de las varias estrategias de sumisión, adaptación o resistencia de la bohemia intelectual de Varsovia bajo el estalinismo. A un cierto punto, el autor habla de un escritor no comunista bastante conocido que se dedica a una serie de maniobras y contorsiones retóricas (tipo “aunque no soy miembro del Partido, me inscribo en el campo de la paz y del progreso”) para a la vez amansar a los censores del régimen y autoconvencerse de su conformidad con el “sentido de la historia” –y por ende seguir siendo publicado–. Comenta Tyrmand: “Puede ser que sean frases puramente retóricas […], pero ¿por qué tuvo que meterlas en su texto? Nosotros [en Polonia], nos hemos vuelto muy sensibles a la mínima onza de vaselina, aunque sea discretamente perfumada con lavanda”.

Si bien la censura hoy no es del politburó sino de los custodios autoproclamados de las creencias sagradas y del superego ideológico intratable de los mismos intelectuales “progresistas”, estamos ante un fenómeno análogo. Por cierto, ya no hay tantos voluntarios para defender e incondicionalmente a Maduro (aunque sí los hay en cantidad todavía asombrosa), pero todavía hay mucha gente para querer tapar el sol con un dedo, lamentar la traición de una ilusoria edad de oro chavista, defender lo indefendible y encontrar excusas a lo inexcusable. O sea ponerle un discreto perfume de lavanda trostkista, nacional-popular, autonomista, movimientista o decolonial a la vaselina stalino-mafiosa del chavismo-madurismo. A eso se dedicaron por años y se siguen dedicando la mayoría de las izquierdas mundiales y regionales. Bueno, yo no me dedico a la perfumería.

Son esencialmente estos dos temas –profunda ignorancia geopolítica y patética ceguera ideológica– que quise abordar en la entrevista que me hizo el sitio venezolano https://revistaflorencia.com y que fue retomada por la revista Nueva Sociedad.

Ver: Guido Revete, “Espejimos de la crisis venezolana: entrevista a Marc Saint-Upéry”, Nueva Sociedad, marzo 2109, http://nuso.org/articulo/venezuela-crisis-maduro-guaido-chavez/


Marc Saint-Upéry es un periodista, editor y traductor francés; reside en Quito. Es autor de El sueño de Bolívar. El desafío de las izquierdas sudamericanas (Paidós, Barcelona, 2008)

Tomado de El Libertario

 

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