Miles de personas seguían aisladas y bloqueadas en zonas inundadas el jueves en el sureste africano a la espera de ayuda una semana después del paso del ciclón Idai, que dejó al menos 356 muertos según un último balance.
En Mozambique, 15.000 personas necesitan “ayuda de inmediato”, advirtió el ministro de Medio Ambiente de ese país, Celso Correia. “Están bloqueadas en las casas, sobre los techos”, explicó a AFP desde Beira (centro), segunda ciudad del país que el ciclón Idai devastó.
Esas 15.000 personas “no están bien. Están vivas (…) pero debemos socorrerlas, sacarlas de allá”, insistió.
“Es una lucha contrarreloj. Cada minuto cuenta”, advirtió mientras que “miles más están bloqueadas en zonas más elevadas, en pequeñas islas”.
El balance del ciclón Idai, que azotó la semana pasada Mozambique y Zimbabue, ascendió el jueves a 356 muertos, según fuentes oficiales, al menos 217 en Mozambique y 139 en Zimbabue.
El presidente mozambiqueño, Filipe Nyusi, advirtió esta semana que los muertos podrían llegar a ser más de 1.000.
“No podemos creer que estemos vivos (…). Tuvimos mucho miedo cuando empezó la tormenta”, dijo una sobreviviente de 16 años, Mariamo Humberto.
“Otros años vi tormentas. Pero es la primera vez que vivo esto”, explicó Julia Luis, madre de tres niños, que perdió todo. “Debo volver a empezar mi vida”, agregó en Praia Nova (centro), localidad en ruinas.
– Baja el agua –
En total, 350.000 personas viven en las zonas inundadas de Mozambique. En la vecina Zimbabue, unas 200.000 personas se vieron afectadas por las inundaciones y por el ciclón Idai, según Naciones Unidas.
“Es la peor crisis humanitaria en la historia reciente de Mozambique”, estimó la Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR).
“La bajada del nivel de agua ya comenzó en Mozambique, constató el jueves Celso Correia. “En ciertos lugares, el nivel alcanzó los once metros y bajó de tres metros”, declaró.
Las mejores condiciones meteorológicas permitieron a los servicios de rescate el miércoles auxiliar a 3.000 personas bloqueadas en islotes rodeados de agua, techos o árboles, precisó el ministro.
Pero dada la importancia de la catástrofe, los servicios de rescate aún tienen dificultad para asistir a todos.
“No comimos nada”, explicó Mariamo Humberto en Praia Nova.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA), que planea auxiliar unas 600.000 personas en la región, empezó a distribuir alimentos en Beira y en los alrededores de Dondo, a 45 km al noreste. Pero la zona inundada es enorme.
“Trabajamos las 24 horas para asegurarnos que aportamos alimentos y medicamentos” a los siniestrados “para evitar muertos por enfermedades”, explicó Correia.
– Riesgo de cólera –
“El desplazamiento de gran cantidad de personas y las inundaciones provocadas por el ciclón Idai aumentan significativamente los riesgos de paludismo, tifoidea y cólera”, advirtió Matshidiso Moeti, director regional para Africa de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En Beira, ciudad de medio millón de habitantes, el principal hospital, cuyo techo fue parcialmente dañado, sólo puede funcionar al 40% de sus capacidades.
Pero en las calles, la normalidad regresaba progresivamente el jueves.
Los coches vuelven a circular en algunas calles habilitadas. La red de telefonía, interrumpida durante varios días, funcionaba nuevamente, aunque intermitentemente.
En Zimbabue en cambio, las condiciones en el distrito de Chimanimani (este) seguían siendo “muy malas”, según el portavoz del PMA Hervé Verhoosel.
“El 90% del distrito ha sido duramente dañado”, agregó. Al menos ocho puentes y un centenar de casas fueron destruidas en esta región montañosa.
Durante varios días antes de la llegada del ciclón cayeron fuertes lluvias en Mozambique y Malaui, que dejaron al menos 122 muertos. El ciclón no afectó a Malaui.
AFP