En Valencia me encontré con Cheo Aranguren, viejo amigo de Cerrito Blanco, allá en Barquisimeto, luego de tomarnos un cafecito lo acompañé a visitar a una familia muy humilde en el Barrio La Manguita, estando allí conversando con algunos muchachos, uno de ellos dijo ser un “hombre nuevo”.
– ¿Cómo es eso? Le pregunté
– Bueno, tuve en la cárcel de Tocuyito y ahora no somos ex presidiarios sino hombres nuevos -esa fue su respuesta-.
Aquel espontáneo encuentro se puso más interesante cuando el mismo joven nos narró lo que comentaban en el penal de Tocuyito cuando fue “a ver un causa”. Me explicó que “un causa” es un preso. Se trata de cómo engañaron a la comisión de la ONU de visita en Venezuela. Esta es una síntesis del relato:
El Ministerio de Prisiones hizo movilizaciones de reos cual ganado entre corrales, ante la expectativa de una visita de la comisión de la ONU a las instalaciones penales del Estado Carabobo, cuando se confirmó que la visita de la misión enviada por Michelle Bachelet seria el día jueves 14 de marzo se dieron a la tarea de maquillar los recintos.
El complejo consta de 4 cárceles, “Centro de Formación Hombre Nuevo Libertador”, también conocido como “Fénix Carabobo”; la “Mínima de Tocuyito”, antes conocida como “El Monstruo de Tocuyito”; el anexo femenino y el “Internado Judicial Carabobo”, que es el famoso “Penal Abierto”, también conocido como “El abierto o El Desastre”, donde está el Pran de Carabobo y la mayoría de los internos están fuertemente armados.
El día Miércoles 13 de marzo fueron enviados desde el Fénix Carabobo lotes de reos a los otros penales del complejo (a excepción del anexo femenino), un aproximado de 600 individuos fueron ocultados en la Mínima y el Internado, eso fue hecho para un falso positivo de que no hay hacinamiento, cuando la verdad es que las instalaciones del Fénix están habilitadas para 1000 reos aproximadamente, ya que el mismo no está terminado y hay de 1500 a 1600 internos.
El jueves cuando fue la comisión al Fénix Carabobo solo había un interno por celda, no los 7 u 8 que normalmente colocan. Por la información que se filtró del cuerpo de custodia del complejo, primero los 600 reos fueron enviados a la Mínima y luego al Internado, ante la incertidumbre de que no sabían cuál establecimiento irían a visitar; en su mayoría escondieron enfermos de tuberculosis, hepatitis, también personas en paupérrimas condiciones de nutrición.
Las instalaciones del Internado están habilitadas para un máximo de 3300 internos y han habido 10.000, incluso 15.000, se desconoce el número exacto, empezaron a contarlos nuevamente hace poco tiempo y el número estimado es de 9000, la exactitud del mismo es compleja dado que mueren constantemente tiroteados por otros internos, puñaleados y por enfermedades como tuberculosis, hepatitis, cirrosis, sida, mononucleosis, también malnutrición y otras causas. Un buen lugar para esconder 600 reos.
La visita al “Hombre Nuevo Libertador” fue rápida, un tour acelerado, no permitieron entrevistar a ningún interno ni permitieron que alguno de los mismos se acercara al personal de la misión o del ministerio. El área destinada a los servicios médicos fue prácticamente remodelada, pisos impecables, paredes pintadas, todo limpio, literas con un solo enfermo por cama, equipos nuevos entre otras cosas como la calidad de enfermos que destinaron a ocupar dichos espacios, colocaron a aquellos que padecen de cosas no tan extremas como hipertensión, calculo renal, colostomía, diabetes, dichos reos están en mejores condiciones que los previos ocupantes de las camas, pero todos viven sin tratamiento simplemente porque el ministerio no los provee.
La alimentación mejoró notablemente en el Fénix Carabobo previo a la visita de la misión, luego tomo su cauce normal, con algunos picos de mejora momentánea; los internos que fueron movidos a conveniencia del ministerio estuvieron tratados inadecuadamente, incluso sin alimentarse debidamente hasta que regresaron a los espacios de donde fueron sacados, algunos quedaron reubicados.
Al salir de la “inspección” el grupo de la misión de la ONU se retiró mientras que el grupo del ministerio se quedó por un rato más y almorzaron en un cultivo externo que manejan extranjeros de origen asiático, chinos para ser específico, donde tuvieron un banquete, aquí tampoco el personal del ministerio permitió que los reos que laboran en esta área externa de las instalaciones se les acercaran y hablaran con ellos.
Los presentes en la visita por parte del ministerio fueron María Iris Varela, Wilmer Apóstol, Gorsy López, Dilia Fernández, Vladimir Villegas, cabe destacar que la Sra. López está encargada del “control penal” a nivel nacional, agilizar y ayudar en el proceso para la libertad debería ser su tarea, pero se dedican a paralizar las libertades expedidas por los tribunales, y dejan a los reos en algo que denominan “pre-libertad”. Usualmente estos individuos que duran días, semanas, incluso meses retenidos ilegalmente, cuando al fin les confieren el derecho de regresar a sus hogares con sus familias, una comisión del FAES o “el gris” se encarga de exterminarlos.
Tanto presos como personal de seguridad y custodia que intente denunciar las atrocidades cometidas por el régimen en los penales son silenciados, apaleados y sometidos, amenazados incluso, por eso no se atreven a denunciar, menos a dar sus nombres, pero la situación de graves violaciones de derechos humanos obliga.
Félix Francisco Bertomolde
@memientanchico