Venezuela siguió paralizada este miércoles por un apagón que detuvo la actividad del país petrolero y sumió en la desesperación a sus habitantes, sin solución a la vista.
“Este caos que se vive, sales y no sabes ni siquiera si llegas a tu casa, si consigues para comer, y ahora la luz y el agua, nada, estamos viviendo lo más desagradable que se ha podido vivir en Venezuela”, se lamentó Mildred Tejeras, una ama de casa de 48 años.
lapatilla.com
El país petrolero de 30 millones de habitantes volvió a quedar a oscuras el lunes a las 13H22 muy pocos días después de la peor falla eléctrica de su historia, que se inició el 7 de marzo y duró casi una semana.
La falla volvió a colapsar el suministro de agua, el transporte de metro, las redes de telefonía e internet y la banca electrónica, vital ante la falta de efectivo que genera la voraz hiperinflación.
“La mercancía se daña, no hay agua, el transporte casi no funciona, no hay comunicación, yo no sé lo que pasa con mi familia, la inseguridad se agrava”, fustigó Néstor Carreño, encargado de una pizzería que debió cerrar.
Además de la capital, el corte afecta a 21 de los 23 estados, según reportes de usuarios en redes sociales. El gobierno socialista no suele dar informes del impacto de este tipo de emergencias.
El masivo apagón de una semana hace 20 días afectó con dureza a los hospitales, ya castigados por la falta de insumos y medicinas. Según ONGs, una decena de pacientes murieron a raíz de los cortes.
El apagón se ha convertido en el último frente de batalla entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición, liderada por el jefe parlamentario Juan Guaidó, reconocido como presidente encargado por más de 50 países. Maduro dice que se trata de un “ataque terrorista” de la oposición amparada por Estados Unidos. Guaidó argumenta que no es más que la última prueba de la ineficacia y corrupción del gobierno.
– Sanciones el 28 de abril –
Guaidó prepara una movilización nacional hacia el palacio presidencial de Miraflores en Caracas para asumir su control, en fecha por definir, y no descarta pedir al Legislativo que autorice una intervención militar extranjera.
Washington, su más ferviente aliado, tampoco excluye una acción militar para sacar del poder a Maduro, a quien se ha propuesto estrangular económicamente con sanciones como un embargo petrolero que se hará efectivo este 28 de abril.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el vicepresidente Mike Pence recibieron este miércoles a Fabiana Rosales, esposa de Guaidó.
Tras la cita, Pence pidió a Rusia que cese el “apoyo al régimen de Maduro” y señaló que la llegada de dos aviones militares rusos a Venezuela es una “provocación inoportuna”.
“Pedimos a Rusia hoy que cese todo apoyo al régimen de Maduro”, exhortó Pence.
En medio de la presión internacional para que Maduro abandone el poder, Rusia y China, principales acreedores de la deuda externa de Venezuela (estimada en 150.000 millones de dólares), se han convertido en los grandes aliados del presidente socialista.
– “Ataques terroristas” –
Los apagones son frecuentes en el país petrolero, y sistemáticamente el gobierno los atribuye a sabotajes de la oposición y Estados Unidos.
Maduro explicó en Twitter que “el sistema eléctrico nacional sufrió dos arteros ataques terroristas de manos de violentos”.
Uno de ellos, sostuvo, ocurrió el lunes en el área de generación y transmisión de la hidroeléctrica de Guri, en el estado Bolívar (sur), que provee de energía a 80% de Venezuela.
En un discurso en el Parlamento de mayoría opositora, el jefe legislativo Juan Guaidó desestimó esta versión: “no hay ninguna explicación sensata, creíble (…), ya no es un ciberataque o un pulso electromagnético, ahora es un sabotaje, cuando ellos tienen militarizadas cada una de las instalaciones eléctricas”, expresó.
– “Pérdidas” –
Los cortes agudizan la crisis de la colapsada economía venezolana. Según estimaciones del parlamento opositor y organizaciones gremiales, el corte de inicios de marzo que paralizó al país y sus puertos de exportación de crudo, provocó pérdidas de mil millones de dólares.
“En mi comercio todo es eléctrico, no puedo trabajar, entonces todo es un problema, si no es luz falla también CANTV (comunicaciones), no pasan los puntos de venta (tarjetas electrónicas de pago), todo es un problema”, se quejó Robert Sousa, un empresario.
Tras el apagón de comienzos de marzo, Maduro anunció una reestructuración de su gabinete y prometió una “transformación profunda” de las empresas del sector. De momento, nada ha cambiado.
Con información de Maria LORENTE/AFP