Paramilitares chavistas y las temidas Fuerzas Especiales de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) reprimieron y atacaron este domingo las protestas espontáneas que se suceden en Caracas, Barquisimeto y otros municipios venezolanos tras una semana de apagón en apagón, publica El Mundo.
Por D. LOZANO | D. SANTANDER
La desesperación de la sociedad venezolana empujó a cientos de personas a protestar de forma pacífica ante el colapso eléctrico y exigir la renuncia de Nicolás Maduro. Algunos lo hicieron muy cerca del Palacio presidencial de Miraflores, territorio “protegido” por los paramilitares bolivarianos, que primero amenazaron y hostigaron para acabar disparando contra los presentes, provocando al menos dos heridos, un hombre y una joven, según denuncias de vecinos y activistas sociales. Los radicales, que portaban armas cortas y largas, también han usado tubos para golpear a los manifestantes Su objetivo era dispersarles a la fuerza.
“Colectivos paramilitares al servicio de la dictadura de nuevo reprimen las protestas de los sectores populares. Cumplen la orden de Maduro de reprimir las protestas sociales por derechos. El FAES y los colectivos son la combinación de Maduro y su cúpula contra los pobres”, denunció Provea, prestigiosa ong de derechos humanos.
Nicolás Maduro ha ordenado “resistencia activa” en reiteradas ocasiones a sus colectivos, que actúan en connivencia con policías y militares de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).
En Barquisimeto agentes de las FAES han invadido edificios y echado abajo puertas para detener a quienes piensan encabezan las manifestaciones contra el gobierno chavista. Los agentes, que son acusados por Naciones Unidas y Amnistía Internacional de realizar ejecuciones extrasumariales, también dispararon contra el vehículo de La Prensa de Lara, que cubría las protestas, según el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP).
En otros puntos, tanto en la capital como en Carabobo o Trujillo, los ciudadanos sufrieron el lanzamiento de gases lacrimógenos.
El último apagón de este domingo afectó a 21 estados (de 23) y a Caracas. En el estado petrolero de Zulia, en el noroeste del país, las personas llevan más de 130 horas sin servicio eléctrico y, por lo tanto, sin agua, ya que esta llega a los edificios a través del bombeo eléctrico.
El gobierno recurrió al mismo libreto: que los nuevos apagones fueron por “dos ataques programados y sincronizados” contra el sistema eléctrico nacional, a pesar que Maduro ha anunciado innumerables planes para militarizar toda la generación y distribución eléctrica del país petrolero (especialmente tras los apagones de marzo).
El presidente venezolano anunció este domingo el inicio de un plan de racionamiento eléctrico en el país que durará 30 días, un tiempo en el que espera resolver los fallos que ha presentado el sistema desde el 7 de marzo, cuando empezó el primero de tres apagones sólo en el mes de marzo.
“La rebeldía de nuestro pueblo se manifiesta en cómo defendemos nuestra libertad y el derecho a hacerle saber a la dictadura que aquí nadie se rinde”, escribió en Twitter el líder opositor, Juan Guaidó.
“El primer apagón fue por deterioro del Sistema Eléctrico Nacional, por corrupción. El segundo apagón fue por incapacidad en el restablecimiento. La quema de subestaciones hizo al sistema más inestable. La situación empeorará en las próximas semanas”, explicó el mayor general exiliado Hugo Carvajal, quien fuera durante doce años el jefe de la inteligencia y la contrainteligencia con Chávez y Maduro.
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