Desde el mismo momento en que Donald Trump y demás voceros del gobierno norteamericano plantearon que en relación al caso Venezuela “todas las opciones están bajo la mesa”, los mismos que han estado esperando por años la llegada de los marines, se les metió en la cabeza la invasión militar norteamericana como una opción de resolución para el conflicto venezolano. Ellos mismos, guiados por la desesperacion, se crearon en su imaginario su solución pret a porté.
Obviaron que el propio Trump señaló que para Venezuela tenía Plan A, B, C, y así hasta la F, lo que no implica que una invasión estuviera de primero en su lista de pendientes, que por dos veces y en años distintos, primero al Vice Presidente Pence y luego al Secretario Pompeo, los presidentes de Latinoamérica dijeron NO hasta que fue formalizado por el Grupo de Lima que incluye a un valioso aliado de la libertad en Venezuela y USA como lo es Canada.
Queda de bulto que se ha privilegiado la política antes que la fuerza, por más que no guste, y las fórmulas al uso antes practicada y por las cuales se condenó más de una vez a la primera potencia del mundo, y que se busca una solución al conflicto de calidad, capaz de sostenerse en el tiempo.
Acusar a Guaidò de blandengue, de no querer echarle bolas al no solicitar la invasion militar es desconocer todo lo anterior que es lo realmente cierto hasta ahora y solo ha podido ocurrírsele a los que juegan a su desgaste (el régimen de Maduro) o al descarte (opositores de la oposición, guerreros del teclado y adversarios internos, que los tiene) que creen tener una oportunidad si Juan Guaidò perdiera el fuelle o el respaldo que su sencilla, aunque larga y tortuosa fórmula. convocó a millones de venezolanos desde comienzos de 2019: cese a la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres.
Acusarlo ahora de estar recorriendo el país como si de una campaña electoral presidencial en pos de unas elecciones que no se ven en el panorama, es sin duda otro lance contra su liderazgo y plan (a quien le interesa?) y un desconocimiento supino, otra vez de la política, cuando de lo que se trata es de motivar y organizar a un país en pequeños grupos ciudadanos de acción según su entorno inmediato en función de nuevos escenarios que irán surgiendo hasta para enfrentar a los que quieren la violencia se instale en el país sabedores como son de que es el escenario que más le conviene por moverse en él como pez en el agua.
Nadie dijo -no podía- que salir del régimen de Maduro iba a ser fácil. Pedirle paciencia a un pueblo desesperado por la aguda y cada vez más angustiante crisis país es muy difícil, pero es lo qué hay. Démosle una oportunidad a la política y no dejemos que sea la anti política la que vuelva a ganar espacios y a imponer su agenda. Bastante hemos tenido ya de su emergencia y avanzada a fines de los 90 del siglo pasado.
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Omar Prieto y Nestor Reverol. ¿Será cierto que le ha tocado al ministro del interior, por orden de Padrino López, hacer las veces de comisario político del gobernador del Zulia, e incluso ejecutar el control de daños, ante las iniciativas de dibujo libre del otrora alcalde de San Francisco? Al general mayor Reverol, de quien se dice tiene muy malas pulgas, se le ha visto entrompado por estos lados cuando los saqueos de comienzos de marzo desarrollados al amparo, por decir lo menos, de las autoridades regionales en una reunión de la que salieron rayos y centellas capaces de eclipsar al mismísimo Relámpago del Catatumbo. Más recientemente a propósito de la visita de Guaidò al Zulia. Dicen en corrillos de la Residencia Oficial que ordenó que nada debía perturbar la seguridad del presidente de la AN, que cuidado con una gracia que pudiera echar para atrás la estrategia de golpe y cuida, del régimen frente a Guaidò y sus aliados internacionales. No quería el ministro del interior se repitiera lo ocurrido en la concentración anterior del bloque opositor que fue dispersada con violencia por la Policia y la Guardia Nacional.
Por cierto el gobernador del Zulia como dice la conseja popular parece tener el santo volteado. Si monta un circo seguro le crecen los enanos. El rol de augur no se le da bien. Cada afirmación suya es un anuncio de lo que no va a ocurrir. Le ha pasado más de una vez en el tema eléctrico, con los anuncios de reducción de los índices de inseguridad en el estado y las medidas de profilaxis social en el principal mercado de minoristas de la ciudad, ese que hace de particular Banco Central y al que emulando a Jesus de Nazareth en el templo ha querido derrumbar (en la prensa) más de una vez. El Mercado Las Pulgas sigue imponiendo las reglas en materia de papel moneda (sigue decidiendo cual billete si y cuál billete no circula y hasta cual denominación se acepta en divisas) y en la fijación de precios de alimentos, bebidas y víveres para el cual establece escandalosos diferenciales entre la compra en efectivo o punto de venta electrónico.
Arias Cárdenas. Francisco se va a México en calidad de embajador de Maduro. No sé si sea el mejor momento para aceptar tamaña designación pero se va. Lo asume como un destino placentero y una forma elegante de alejarse del asfixiante tete a tete que desde Corpozulia tiene con su compañero de partido Omar Prieto. Arias se va, reitero, pero desde allá seguirá moviendo ficha por una salida en un sentido o en el otro, pues en moverse como tiburón en un mar turbulento ha sido casi siempre exitoso. No lo dude amigo lector.
Los griegos, siempre los griegos. “Un caballo decidió vengarse de cierto venado que lo había ofendido y emprendió la persecución de su enemigo. Pronto se dio cuenta de que solo no podía alcanzarlo y, entonces, pidió ayuda a un cazador. El cazador accedió, pero le dijo: . El caballo accedió a las condiciones y el cazador se apresuró a ensillarlo y embridarlo. Luego, con la ayuda del cazador, el caballo no tardó en vencer al ciervo. Entonces le dijo al cazador: . (“El caballo, el ciervo y el cazador”, Fábulas de Esopo)
Debimos leer más a los griegos y aprender de ellos. Cuidado con lo que pides y deseas.
El inminente cierre del Centro Comercial Galerías en oeste de Maracaibo (va a ser acordado en asamblea el próximo 24 de abril), los otros centro comerciales podría anunciar la misma medida en breve lapso, debería ser motivo de reflexión y análisis del estado mayor eléctrico regional y nacional. Son muchos los pequeños y medianos comerciantes que va a la quiebra, muchos los zulianos de a pie que pierden sus fuentes de empleo y una sensible baja para la paz, tranquilidad y armonía de muchos que han encontrado en estos puntos de centralidad ciudadana una vía de escape a sus penurias. Las particularidades climáticas del Zulia merecen una consideración especial de quienes manejan la crisis eléctrica. No es capricho ni prebenda que se aspire a un régimen particular dentro del plan de administración de carga que se aplica en el país desde el pasado 7 de marzo. Y solo hacemos énfasis en este punto para no redundar en los ríos de tinta que han corrido estos días explicando lo sucedido en la economía doméstica de los habitantes de esta inmensa urbe, en particular los más débiles que han sufrido sin clemencia alguna los embates de cortes y fluctuaciones eléctricas sin orden ni concierto.
Feliz Pascua de Resurrección. Nos vemos el miércoles, A 1/2 Semana.
PD1. En Sudán un pueblo enardecido y cansado se plantó frente al Palacio Presidencial por días y logró que el autócrata de turno se fuera. Los militares de allá dieron un golpe y lo sacaron, asumieron el poder “por ahora” y prometieron devolverlo al pueblo. La historia da cuenta de que no hay almuerzo gratis y de que no hay militar que de golpe, se coja el poder y lo devuelva así no más. De militares en el poder sabemos mucho los venezolanos y de lo mal que lo ejercen también.
PD2. Se nos ha ido Ernesto García McGregor. Eximio médico Zuliano. Academico. Hijo, padre, esposo modelico. Ciudadano de acrisolada hoja de servicios. Agudo observador, analista y critico de nuestra realidad y entorno. Se nos ha ido un buen hijo de Maracaibo, como uno más de sus lectores, pacientes, familiares y amigos lloramos su partida. Qepd.
*ronaldrv2006@gmail.com