La búsqueda continuaba el viernes para rescatar a los migrantes venezolanos que viajaban a bordo de un peñero que se hundió el martes por la noche cuando viajaba de Guiria hacia Trinidad y Tobago.
Trinidad Express
Traducción libre del inglés por lapatilla.com
Al menos nueve personas fueron sacadas con vida del agua, pero las autoridades venezolanas aún no están seguras del número exacto de personas a bordo del barco.
El teniente Kerron Valere, de la Guardia Costera de Trinidad y Tobago, dijo que se esperaba que la cantidad inicial aumentara, ya que se descubrió que varias personas a bordo no habían sido incluidas como miembros de la tripulación o pasajeros aprobados.
Los informes iniciales indicaron que al menos 34 personas estaban a bordo de una piragua de pesca en ruta a Trinidad cuando se volcó cerca del islote venezolano de Los Patos, cerca de la Boca del Dragón del Golfo de Paria.
Según informaron al diario Trinidad Express los pasajeros en su mayoría eran mujeres y además viajaban dos niños.
El capitán de la embarcación y una mujer de 26 años de edad, madre de dos niños, fueron rescatados horas más tarde y llevados al hospital de Guiria, estado Sucre.
A última hora del jueves, se informó que nueve personas fueron rescatadas y que estaban siendo tratadas en el hospital.
La búsqueda por mar y aire continuó durante la noche.
Se supo que docenas de familiares de los desaparecidos estaban en Güiria esperando ansiosamente la respuesta de los buques de búsqueda.
En los últimos años, se estima que 3,7 millones de venezolanos han huido del país asolado por la crisis.
Y la mayoría de los migrantes de Venezuela viajan por tierra a los países vecinos de Colombia y Brasil, pero otros sobrecargan los barcos de pesca para cruzar las aguas del Caribe, a veces mortales, hasta las islas cercanas.
Se dice que aproximadamente 40,000 venezolanos viven ahora en Trinidad.
Fuentes dijeron al Trinidad Express que el barco partió a las 10 de la noche del martes del puerto de Las Salinas, Guiria, para el viaje de tres horas y media.
Se supo que los pasajeros no estaban en posesión de pasaportes u otra documentación legal para ingresar al país.
Los familiares dijeron que era un viaje irregular a Trinidad y Tobago, y navegan en mares agitados bajo la oscuridad para evitar la detección de las autoridades migratorias.
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