El papa Francisco destinó medio millón de dólares para que la Iglesia de México pueda seguir asistiendo a los inmigrantes que se encuentran bloqueados en ese país en su ruta hacia los Estados Unidos, informó hoy la Santa Sede.
Gracias al óbolo de San Pedro, que financia las obras de caridad del Vaticano mediante las donaciones de fieles, ese medio millón de dólares (unos 450.000 euros) serán distribuidos en 26 proyectos de 16 diócesis y congregaciones religiosas de México.
La donación del pontífice, muy atento a la problemática que envuelve a la inmigración, llega después de que la Iglesia mexicana haya pedido ayuda a la Santa Sede “para seguir dando alojamiento, comida y artículos de primera necesidad” a los inmigrantes.
Trece de esos proyectos ya han sido aprobados por las diócesis de Cautitlán, Nogales, Mazatlán, Querétaro, San Andrés Tuxtla, Nuevo Laredo y Tijuana, y por las congregaciones de los Scalabrinianos, del Sagrado Corazón de Jesús y María y de las hermanas Josefinas.
Otros catorce proyectos de ayuda a los inmigrantes se encuentran aún en fase de valoración pues, antes de asignar fondos, las reglas del Vaticano reclaman una información transparente sobre su uso.
“Gracias a estos proyectos, a la caridad y a la solidaridad cristiana, los obispos mexicanos esperan poder seguir ayudando a los hermanos y hermanas que migran”, reza el comunicado del Óbolo.
En el mismo se explica que en los últimos tiempos miles de inmigrantes -hombres, mujeres y niños- han llegado a México tras recorrer miles de kilómetros cruzando países como Honduras, El Sálvador o Guatemala huyendo de “la pobreza y la violencia”.
Y buscando un futuro mejor en los Estados Unidos, si bien la frontera que separa México y ese país “sigue cerrada para ellos”.
En 2018 accedieron a México seis caravanas de inmigrantes, formadas por un total de 75.000 personas.
“Todas estas personas se han quedado bloqueadas al no poder entrar en Estados Unidos, sin casa ni medios. La Iglesia Católica acoge a miles de ellos en los albergues de las diócesis y de las congregaciones religiosas, dándoles lo necesario para vivir, como un techo o ropa”, apunta el Vaticano.
Sin embargo la Santa Sede subraya que “la cobertura mediática sobre esta emergencia ha ido disminuyendo y como consecuencia se ha reducido también la ayuda a los inmigrantes por parte del Gobierno y de los privados”.
EFE