El Grupo Internacional de Contacto (GIC) para Venezuela, que agrupa a 12 países latinoamericanos y europeos, abrió este lunes una reunión de dos días en Costa Rica en busca de frenar la escalada de violencia y represión en ese país sudamericano.
“Nuestra prioridad ahora es evitar una escalada, prevenir la represión y una mayor violencia, y preservar el espacio para que surja un proceso político” que permita a Venezuela salir de la crisis, dijo la jefa de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini.
Se trata de la tercera reunión del GIC, conformado por 12 países de la UE y Latinoamérica, y que tendrá además la participación de la Comunidad del Caribe y la Santa Sede.
Tras condenar “las continuas violaciones de derechos humanos y libertades fundamentales”, Mogherini dijo que el GIC analizará la situación de Venezuela y discutirá los próximos pasos a seguir para ayudar al país a salir de la crisis.
Destacó la grave situación humanitaria, en la que, según la ONU, 7 millones de personas necesitan ayuda, incluyendo 3,2 millones de niños. La situación podría ser aún más grave ante el creciente deterioro en los servicios de agua y electricidad.
“Cinco mil personas dejan el país cada día y para final de año se espera que el número de desplazados y refugiados venezolanos alcance los 5 millones”, indicó la diplomática italiana.
“Este dramático deterioro hace que una salida política sea imperativa y urgente”, sostuvo.
Pidió por ello mayor compromiso de la comunidad internacional para dar apoyo financiero para enfrentar la crisis venezolana.
“La solución debe ser venezolana, pero la comunidad internacional tiene el deber y la responsabilidad de facilitar esa solución sin ninguna forma de despliegue militar”, señaló Mogherini.
Con información de AFP