Dos Ministros chavistas, iniciaron en Venezuela la participación en la carrera nuclear: Rodolfo Sanz y Jessy Chacón. Allí comenzó un peligroso juego; reforzado en la última década, mediante convenios e intercambios militares, entre las tiranías de Irán y la venezolana.
Los pactos de estos terroristas sobrepasan los trecientos mil millones de dólares, bajo proyectos disfrazados de temas agrícolas, fábrica de tractores, de cemento, etc.
Se esconde un intercambio mortal: Uranio por forajidos y servicio de inteligencia Iraní. Razón suficiente para cuidar el arco minero y por lo cual amenazaron de muerte al Diputado Américo de Grazia, que tuvo que decidir entre asilarse, o ser hombre muerto.
Inventaron una fábrica de automóviles, como disfraz para abrir de largo a largo esta autopista país al terrorismo persa.
Además de entregar el uranio, Venezuela creo un fondo para financiar todos estos criminales pasos, que alcanza los 3.000 millones de dólares y sedes bancarias en Teherán y Caracas, utilizadas para el lavado del narcotráfico, financiamiento a Cuba, a Evo Morales y al dictador de Nicaragua. La Ingeniería financiera al servicio del comunismo y sus más conspicuos representantes.
En los últimos tiempos, el tirano de Venezuela y su homólogo Nicaragüense, han reforzado su seguridad personal con la “Ouds force”, organización de asesinos. Asesinos, autodenominados guardianes de la revolución, junto a los cubanos y rusos, y han estructurado unidades especiales que asisten a los colectivos, asedian a los diputados y fueron los responsables de secuestrar al vicepresidente del Parlamento, Edgar Zambrano, con técnicas del grupo terrorista libanes. Son bandas sofisticadas y formadas bajo manuales persas de sangre y odio.
El sistema de identificación, es dirigido por los cubanos que niegan los pasaportes a los venezolanos, para entregarlos a los grupos violentos del mundo. De allí, que guerrilleros, fanáticos, chantajistas y pistoleros salvajes, ahora tengan la documentación en regla, de la que antes gozábamos los nacionales.
Unido a esta situación, donde Venezuela es el patio principal del terrorismo global, se ha otorgado libre tránsito a todo grupo o Individualidad, cuyo oficio sea desestabilizar el orden mundial.
Uranio, el codiciado mineral para la bomba nuclear, ha sido el comienzo de este tejido criminal, que sostiene los tiranos en el mundo. Es conocido también, que existen numerosas bases áreas clandestinas, junto a la toma de los aeropuertos privados, que además de la rampa presidencial en Maiquetía, constituyen un poderoso complejo aéreo, operado por iraníes, rusos, cubanos y venezolanos, donde realizan todo tipo de operaciones secretas, para desestabilizar países y perseguir demócratas en cualquier parte.
Barcos de gran calado con tripulación iraní, salen cargados de uranio, oro y todo tipo de minerales, para mantener este complejo de la muerte.
Ya en el 2011, el embajador Roger Noriega, ex subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental, explicó, en una intervención en el American Enterprise Institute, todo este entramado perverso, que ha fortalecido el programa nuclear Iraní y permitido el avance terrorista, tomando como punto de partida Venezuela y su eje con Cuba, Nicaragua y Bolivia.
La intensificación del peligro se refleja con la creación del nuevo puente aéreo Teherán-Caracas. La aerolínea Mahan Air, aterriza diariamente en Caracas, trae bandidos y lleva Uranio y otros minerales, droga y dinero.
Está demostrado de esta forma, como la tiranía venezolana es el colchón sobre el cuál descansa el terrorismo mundial. He aquí otra razón para aplicar el artículo 187-11 Constitucional. Estamos invadidos y requerimos misiones militares urgentemente.
Lo contrario es que terminen de adueñarse de América Latina y prosigan por el mundo estas hienas del mal, malhechores de la oscuridad.