El dramático testimonio entregado el jueves por una joven mexicana sobre su paso por Nxivm, -una organización que dictó clases de superación personal a miles de personas en el mundo y cuyo líder está siendo enjuiciado por cargos de tráfico sexual, crimen organizado, explotación y pornografía infantil-, está arrojando luz sobre un caso que se espera concluya a mediados de junio, reseñó Voz de América.
Por Laura Sepúlveda
Daniela, identificada solo por su nombre y ahora de 33 años, contó a una corte de Brooklyn, en Nueva York, los pormenores de su relación con el fundador de Nxivm, Keith Raniere, de 58 años y también conocido como “Vanguard”, nombre que adoptó a partir de un personaje de un juego de Atari. Cuando ocurrieron los hechos Daniela tenía 16 años.
Los detalles entregados por la joven van desde el primer encuentro sexual a los 18 años con Raniere, -que rondaba los 40 años-, hasta la forma en que se organizaba la vida de varias mujeres, -incluidas sus dos hermanas-, en torno a este hombre que las obligaba a participar en orgías (sexo grupal) y hasta las criticaba por tener sobrepeso y malos hábitos alimenticios.
Pese a que algunas eran delgadas, Raniere les exigía adelgazar más. Según él, esto ayudaba a que fluyera la energía en la relación íntima.
Daniela dijo al jurado el jueves: “Ni bien, ni mal, solo quedé congelada”, en alusión a la primera vez que Raniere la besó sin que ella lo esperara. También contó que no le era permitido cortarse el cabello.
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