A juicio del embajador de Venezuela en Canadá, Orlando Viera Blanco, existe “un estado del arte diplomático” que se debe explicar a la opinión pública, debido a que son las herramientas y dinámicas del Orden Público Internacional que existen sobretodo a partir de la modernidad y de los modelos liberales para resolver disputas, conflictos e incluso agresiones internacionales.
“Esos mecanismos que conforman el estado de la técnica del Derecho Internacional Público y de la justicia universal son la negociación, el arbitraje, la mediación internacional, todo en el marco del respeto a las soberanías de los Estados Nación y de un marco regulatorio internacional”, destacó.
En este orden de ideas manifestó que el presidente Guaidó sigue esa ruta fielmente para afianzar y conservar las alianzas internacionales. “La cooperación Internacional del 187.11 Constitucional no nace para atender llamados bélicos o de defensa militarista, sino de conmoción o desbordamiento social o catástrofes naturales (como la que negó Chávez a EEUU en 1,999 al tiempo del deslave de Vargas). Pero es un dispositivo que está ahí, latente para aplicarlo si esos factores se hacen inminentes o reales”, dijo.
Al respecto dijo que lamentablemente, los eventos tienen que pasar y se tienen que cobrar vidas injustamente para “justificar” estos preceptos. No aplican ipso iure sobre la base de presunciones aún evidentes.
“Lo mismo sucede con R2P o Responsabilidad de Proteger inspirado en el Capítulo 7 de la Carta de Naciones Unidas. El deber de prevenir, intervenir o restituir en casos de devastación y violación sistemática de delitos de lesa humanidad. Ahí también hemos hecho expediente ante la CPI. Pero en la práctica duele decirlo, como lo alertó Kofi Annan, hay que rogar a Dios no ser “Ruanda”’para ser comprendidos en el Consejo de Seguridad”, aseveró.
“Hemos ido por el mundo denunciando la emergencia humanitaria compleja que padece Venezuela. Pero es muy difícil sufrir la puñalada en barriga ajena. De tal forma que mientras convencemos al mundo de la necesidad de parar el exterminio en Venezuela y hacer justicia (que llegará), tarea diaria del presidente Guaido, sus Embajadores, aliados y líderes políticos y de DDHH, es necesario mantener la plataforma política interna y externa para seguir presionando”, aseveró.
Asimismo, enfatizó que lo táctico, político y lo normativo cuenta. “Es necesario mantener la movilización para lo cual la gente debe estar bien informada del alcance de estas acciones de calle fundamentales para mantener la lucha social y política, y procurar quiebres. Es necesario atender convocatorias de países de democracias muy solventes como Noruega o cualquier otro, para demostrar reciprocidad diplomática -no con el régimen sino con el país oferente- y es necesario legislar [TIAR] para habilitar coaliciones internacionales de defensa regional si toca llegar ahí”, indicó.
“El presidente Juan Guaidó Márquez en estos temas normativos, políticos y diplomáticos no improvisa. Es sumamente celoso y responsable de cada movimiento. No se trata de saber o no que con criminales no se negocia. Se trata de agotar emplazamientos y protocolos sin los cuales nos quedamos solos”, ratificó.
En conclusión dijo que las formalidades desafortunadamente en materia de palacio son despacio, no van al ritmo de la tragedia que sus propios tratados quieren prevenir y evitar, pero inevitablemente deben transitarse y atenderse. “En ello Guaidó no ha perdido un segundo y sus Embajadores hemos sido bien instruidos a seguir esa dinámica internacional” manifestó.
Nota de prensa