El rey de España, Felipe VI, comenzó este miércoles las consultas con los miembros de todos los partidos con representación parlamentaria, antes de proponer al Congreso de los Diputados al candidato para presidir el Gobierno.
Las consultas, que comenzaron con los partidos de menor representación en la Cámara (regionalistas, nacionalistas y otros de izquierda), concluirán mañana con el socialista, Pedro Sánchez, como líder del partido con más diputados y aspirante a la reelección como jefe del Ejecutivo.
El objetivo de estos encuentros, marcados por la Constitución, es que el monarca escuche la opinión de todos los partidos y sondear cual de ellos cuenta con más apoyos parlamentarios para poder presentar un candidato a presidente del Gobierno, que después debe ser elegido en la Cámara Baja.
Después de las consultas, el rey comunicará a la presidenta del Congreso su propuesta de candidato pata intentar someterse a la investidura.
De esta ronda de contactos se desmarcaron ERC (independentistas republicanos catalanes) y EH Bildu (independentistas radicales vascos).
Tras las elecciones generales del 28 de abril, el partido con más escaños es el socialista (PSOE), con 123, seguido del conservador Partido Popular (PP), con 66, Ciudadanos (liberales) que tiene 57, la coalición de izquierda Unidas Podemos con 42 y el partido ultraderechista Vox, que se estrenó en la Cámara con 24 escaños.
Para ser elegido presidente del Gobierno español, el candidato debe contar con la mayoría absoluta del Congreso (176 votos) en una primera vuelta, y si no, puede ser elegido en segunda votación con mayoría simple (más síes que noes).
De momento, los socialistas, que necesitan los votos de otros grupos, no cuentan con los apoyos suficientes para garantizar la elección de su candidato, Pedro Sánchez.
Tradicionalmente, el rey propone candidato al líder del partido más votado, que acepta la propuesta. Sin embargo, en 2016 el entonces líder del PP, Mariano Rajoy, que había ganado las elecciones de diciembre de 2015, declinó esa posibilidad al no tener garantizada su elección, ya que su partido no logró reunir una mayoría suficiente.
Esta decisión precipitó la repetición de elecciones generales en junio de 2016, una situación inédita desde la restauración de la democracia en España en 1977, ya que el segundo candidato, Pedro Sánchez, tampoco consiguió ser investido presidente.
EFE