David Morán Bohórquez: El dedo de Trump en el ojo de Xi Jinping

David Morán Bohórquez: El dedo de Trump en el ojo de Xi Jinping

 

Me concentro en este análisis en dos indicadores, el Índice de Gerentes de Compras (PMI en inglés)  elaborado por Oficina Nacional de Estadísticas de China y la Tasa de Utilización de la Capacidad Industrial (CUR en inglés) elaborado por la Reserva Federal de Estados Unidos. No es reduccionismo, sino la simplificación por medio de dos índices, de una complejísima relación industrial y comercial entre dos, de hecho, líderes de bloques comerciales.





Por David Morán Bohórquez | @morandavid

El equipo del presidente Trump le ha dado un giro a la política estadounidense sobre China. Después de décadas de “compromiso constructivo”, un enfoque que ha facilitado el ascenso de China, aun cuando el país ha violado las reglas y normas internacionales, Estados Unidos ahora está buscando contramedidas activas y concretas. Pero, ¿es demasiado tarde para controlar a un país que ha emergido, con la ayuda de Estados Unidos, como el principal rival geopolítico de Estados Unidos?

Desde Richard Nixon hasta Barack Obama, los sucesivos presidentes de los Estados Unidos consideraron que ayudar al crecimiento económico de China era un asunto de interés nacional; de hecho, Jimmy Carter una vez emitió un memorando presidencial que lo declaraba. A pesar de que China violó las reglas del comercio mundial, obligó a las compañías a compartir su propiedad intelectual y comenzó a construir unas inmensas fuerzas militares, EEUU se aferraba a la ingenua esperanza de que, a medida que China se volvía cada vez más próspera, de manera natural buscaría la liberalización económica e incluso la política.

Bill Clinton, al votar favorablemente por el ingreso de China a la Organización Mundial de Comercio, citando la la visión del presidente Woodrow Wilson de “mercados libres, elecciones libres y pueblos libres”, dijo que la entrada de China a la OMC anunciaría “un futuro de mayor apertura y libertad para el pueblo de China”.

China es hoy la autocracia más grande, más fuerte, más rica y más avanzada tecnológicamente del mundo, y se prepara para celebrar un récord de 70 años de gobierno comunista. (El sistema autocrático de mayor duración en la era moderna, la Unión Soviética, sobrevivió 69 años)

Mientras tanto, Estados Unidos acumuló millones de millones de dólares en déficits comerciales bilaterales.

Tan reciente como el 20 de mayo, en entrevista con Real Clear Politics, Donald Trump afirmó “[China] se aprovechó de nosotros durante muchos, muchos años. Y culpo a nosotros, no los culpo a ellos “, dijo Trump. “No culpo al presidente [chino] Xi [Jinping]. Culpo a todos nuestros presidentes anteriores, y no solo al presidente [Barack] Obama. Fue un largo camino. Miras al presidente [Bill] Clinton, [George W.] Bush – todos; permitieron que esto sucediera, crearon un monstruo”

Comienza la guerra comercial “trade war”

Desde su campaña electoral para la Casa Blanca, Donald Trump presentó planes para contrarrestar las prácticas comerciales desleales de China en un mitin en Pennsylvania. También amenazó con aplicar aranceles en los artículos 201 y 301 de la legislación comercial de los Estados Unidos, lo que posteriormente hizo. Dijo que el ingreso de China a la Organización Mundial de Comercio permitió el “mayor robo de empleos en la historia”

El 31 de marzo de 2017 Trump, ahora presidente, firma dos órdenes ejecutivas. Uno exige una aplicación de aranceles más estricta en los casos de comercio antisubvenciones y antidumping. El otro ordena una revisión de los déficits comerciales de Estados Unidos y sus causas. el 7 de abril, en su primera reunión en la finca de Mar-a-Lago de Trump en Florida, Trump y el presidente chino Xi Jinping acuerdan un plan de 100 días para las conversaciones comerciales. el 17 de enro de 2018 Trump, en una entrevista con Reuters, amenaza con una gran “multa” a China por el presunto robo de propiedad intelectual, sin proporcionar detalles. el 8 de marzo de 2018 Trump ordena aranceles del 25% sobre las importaciones de acero y del 10% sobre el aluminio de todos los proveedores, no solo de China.

Finalmente Xi se destapa y el 2 de abril China impone aranceles de hasta el 25% sobre 128 productos estadounidenses.

El 7 de agosto Estados Unidos publica la lista de USD 16 mil millones de productos chinos que estarán sujetos a aranceles del 25%. China toma represalias con un 25% de impuestos sobre USD 16 mil millones de bienes estadounidenses. De ahí hasta ahora los aranceles y los productos sujetos a ellos se han ampliado. (Pueden ver una cronología muy detallada en esta nota de Reuters)

El PMI vs el CUR

Si bien son metodológicamente diferentes, ambos nos indican la actividad del sector manufacturero interno, que lo utilizo en nuestro caso, porque ilustran en mayor encadenamiento de las actividades internas de ambos países.

El PMI El Índice de Gerentes de Compras (PMI) de China es un indicador alternativo del PMI manufacturero de China.  El cálculo se basa en una encuesta mensual realizada a los gerentes de compras de 3000 empresas manufactureras chinas..

El cuestionario incluye 13 preguntas sobre las siguientes condiciones comerciales en el último mes: el volumen de producción, el número de pedidos nuevos, el número de pedidos de exportación, el número de pedidos sin satisfacer, las existencias de productos terminados en depósitos, las compras, las importaciones, los precios recibidos, el número de empleados, las entregas de proveedores, las expectativas de producción y la actividad comercial para los próximos 6 meses.

Los encuestados dan una descripción relativa y no cuantitativa sobre estos indicadores: si cada uno de ellos ha mejorado, empeorado o no ha cambiado. Los índices difusos auxiliares se recopilan en función de los datos recibidos. Cada uno de estos índices se calcula como el porcentaje de respuestas positivas más la mitad de las respuestas neutrales. El PMI es uno de los principales indicadores del estado de la economía nacional y particularmente del sector manufacturero. Los gerentes de compras suelen ser los primeros en notar los cambios en las condiciones del negocio debido a las especificidades de su trabajo, por lo que el PMI puede considerarse un indicador prematuro del sector manufacturero del país.

Lecturas por encima 50 señalan un crecimiento general de la actividad comercial manufacturera. Las lecturas por debajo de 50, indican una reducción de la misma. El crecimiento del PMI manufacturero indica el posterior desarrollo de la industria manufacturera china.

 

La linea azul son los resultados obtenidos y la línea pespunteada el pronóstico para ese período (30 días antes) de la autoridad que realiza la encuesta

 

La Utilización de la Capacidad  muestra el porcentaje de carga de trabajo en las empresas de EE.UU. El cálculo del índice incluye 89 sectores de las industrias manufacturera, minera y energética.

El sector industrial proporciona la mayoría de los cambios en la producción nacional. Por lo tanto, la información detallada sobre el estado del sector ayuda a distinguir los cambios estructurales en la economía nacional y hacer predicciones sobre su futuro desarrollo.

La utilización de la capacidad se calcula como la relación entre la producción y el índice de potencia (el nivel de producción máximo que la compañía puede mantener). Los índices de poder se calculan para todas las industrias. Los datos para el cálculo son recopilados mensualmente por fuentes gubernamentales (Administración de Información Energética, Oficina del Censo, etcétera) y es elaborado por la Reserva Federal de EEUU.

La línea vertical roja indica agosto de 2018, momento en que efectivamente se aplicaron mutuamente nuevos aranceles. A partir de ahí el PMI de china lleva una tendencia descendente, mientras que el CUR de EEUU muestra una ascendente.

Pero también son una muestra del optimismo de estos actores claves de los mercados. En el caso chino, los pronósticos de las autoridades han estado por encima de los resultados reales, mientras que en el caso de EEUU los resultados han estado consistentemente superando los pronósticos, en mabos casos a partir del segundo semestre de 2018.

El crecimiento económico de China en 2018 cayó a un mínimo de tres décadas. La segunda economía más grande del mundo se expandió en un 6,6 por ciento respecto al año anterior, en comparación con el 6,9 por ciento de 2017, según mostraron los datos oficiales que reseñó AP. El crecimiento económico en 2018 fue el más bajo desde el 3,9 por ciento de 1990.

Los líderes comunistas están tratando de dirigir a China hacia un crecimiento más lento y más autosuficiente basado en el gasto del consumidor en lugar del comercio y la inversión. De ahí la importancia de estos indicadores claves de actividad industrial.

La presión a la baja sobre la economía está aumentando”, dijo Ning Jizhe, jefe de la Oficina Nacional de Estadísticas de China, en una conferencia de prensa. Sin embargo, agregó “la resistencia de la economía china y su capacidad para resistir los choques y la tendencia a largo plazo a la estabilidad no cambiarán”

Afirma Brahma Chellaney, profesor estudios estratégicos en el Centro de Investigación de Políticas de Nueva Delhi que que “Hasta que Xi se lanzara al despotismo, parecía que la historia estaba favoreciendo a China. Su economía estaba en auge, su control del Mar del Sur de China se estaba expandiendo constantemente, y su Iniciativa Belt and Road (BRI) de proyectos transnacionales de infraestructura avanzaba sin problemas. Pero China ahora enfrenta fuertes vientos en contra internacionales en un momento en que su economía se ha desacelerado notablemente . Los países socios del Belt and Road están cada vez más preocupados por quedar atrapados en trampas de deuda que erosionan la soberanía . Las operaciones de influencia de China en los países democráticos, y el caballo de Troya de los Institutos Confucio en universidades extranjeras, ahora están encontrando una mayor resistencia . Y, más fundamentalmente, el cambio de paradigma en la política de Estados Unidos hacia China bajo Trump está alterando el panorama geopolítico para el gobierno de Xi”.

Y continúa Chellaney “China ya está desafiando a Estados Unidos por su primacía tecnológica y geopolítica, y está haciendo alarde de su capitalismo autoritario como una alternativa a la democracia. El comunismo no podía plantear un desafío creíble a la democracia liberal, pero el capitalismo autoritario podría hacerlo. En ese sentido, el modelo de China representa el primer gran desafío para la democracia liberal desde el surgimiento del nazismo”.

Veremos.