El presidente colombiano, Iván Duque, aseguró este martes que la posesión del exlíder de las FARC Seuxis Paucias Hernández, alias Jesús Santrich, como congresista “indigna al país” y lo calificó como “extraditable” y “mafioso”.
Así lo aseguró el jefe de Estado en la entrega del Reporte de Inclusión Financiera 2018, de la Superintendencia Financiera y la Banca de Oportunidades.
“Ver a un extraditable, a un mafioso, con pruebas que el país ya las ha visto en todas las formas posibles, llegar y burlarse de la sociedad colombiana, a mí me parece que esto es no solamente inadmisible, sino que nos debe motivar a todos dentro del marco del respeto institucional a exigir que se haga justicia”, dijo el gobernante colombiano.
Santrich tomó posesión de su curul este martes como representante a la Cámara colombiana después de que el pasado 30 de mayo recobrara la libertad tras estar 416 días preso por un pedido de extradición de EE.UU. por narcotráfico, cuyo proceso sigue.
El escaño le fue asignado en julio del año pasado por el Consejo Nacional Electoral (CNE) como parte del acuerdo de paz firmado en 2016 entre el anterior Gobierno colombiano y las FARC, hoy transformadas en partido político.
Gracias al acuerdo, el partido FARC en que se transformó esa antigua guerrilla tiene diez escaños en el Congreso: cinco en el Senado y cinco en la Cámara, independientemente de sus resultados electorales.
El presidente Duque remarcó que “lo que ha ocurrido con ese señor es no solamente la reincidencia, sino, además, el descaro de estar en una operación de narcotráfico después de la firma de este acuerdo (de paz)”.
Se mostró confiado en que su Administración pueda extraditar a Santrich, entre otras cosas, por la “apelación que ha hecho el señor procurador ante la justicia transicional para que, con la evidencia que hay, tan clara y contundente, se pueda autorizar la extradición de ese delincuente”.
Medios locales y extranjeros han divulgado vídeos que supuestamente implican a Santrich en una conspiración para enviar diez toneladas de cocaína a Estados Unidos.
Añadió que, además de la petición de la Procuraduría, “la Corte Suprema de Justicia, a través de la Sala de Instrucción, con esa evidencia tan clara, también proceda a dictar la orden de captura y a que haya una sanción ejemplarizante”.
Al enfatizar que respeta el fuero de la Procuraduría, Duque espera que el organismo, así como pidió la captura del exguerrillero, “también pueda suspender a alias Jesús Santrich de ejercer el cargo como congresista, porque los mafiosos, con las pruebas que hay, que claramente deshonran la representación popular del pueblo, no merecen estar allí”.
En esa dirección dijo que “este país no se va a dejar ni intimidar ni doblegar de ninguna organización criminal”.
Concluyó que así como las fuerzas de seguridad del Estado han logrado capturar o abatir a jefes de bandas al margen de la ley, “aquí tendrán siempre un presidente y un Gobierno que va a defender la honra del pueblo colombiano y va a enfrentar a esos criminales sin contemplación, y esperamos que, ante este caso que nos indigna, se haga justicia”.
El 30 de mayo el exguerrillero, que formó parte del equipo negociador del acuerdo de paz, abandonó el búnker de la Fiscalía en Bogotá, a donde fue llevado el 17 de mayo tras quedar libre por unos instantes de la cárcel La Picota.
La orden de libertad de Santrich fue emitida por la Corte Suprema de Justicia (CSJ), que consideró que el exguerrillero goza de fuero como legislador a pesar de no haber asumido su escaño el pasado 20 de julio y “resolvió el restablecimiento de la libertad de Hernández Solarte”.
Pese a quedar en libertad y haberse posesionado hoy, el proceso de Santrich sigue abierto ya que la Corte Suprema recibió de la Fiscalía los expedientes con las pesquisas por los delitos de concierto para delinquir con fines de narcotráfico y tráfico, fabricación o porte de estupefacientes agravado.
“Santrich” fue detenido inicialmente en Bogotá el 9 de abril del año pasado con base en una circular roja de Interpol a petición de EE.UU, cuya justicia lo acusa de tener un acuerdo para exportar diez toneladas de cocaína a ese país después de que las FARC firmaron la paz el 24 de noviembre de 2016.
EFE.