Venezuela está lanzando nuevos billetes por segunda vez en menos de un año, anunció el miércoles el banco central, luego de que la hiperinflación erosionara los efectos de una revisión monetaria de agosto de 2018 destinada a mejorar la disponibilidad de efectivo.
El año pasado, el régimen de Nicolás Maduro recortó cinco ceros de la moneda y los precios. Se suponía que la medida aliviaría la escasez de efectivo que empujaba a la mayor parte de la economía hacia las operaciones de tarjeta de crédito y débito y ejercía una gran presión en las plataformas de comercio digital.
Los billetes de 10.000, 20.000 y 50.000 denominaciones de bolívar comenzarán a circular este jueves para “hacer que el sistema de pago sea más eficiente y facilitar las transacciones comerciales”, dijo el banco central en un comunicado.
El mayor de esos billetes, equivalente a aproximadamente US $ 8, es más que el salario mínimo de 40,000 bolívares por mes.
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Después de la revisión de 2018, las notas de denominación más alta fueron 500 bolívares, que ahora no serían suficientes para comprar un pedazo de caramelo.
La inflación en mayo llegó a 815,000 por ciento después de alcanzar un máximo a principios de este año por encima del 1,7 millones por ciento, según el Congreso dirigido por la oposición.
Maduro culpa a la situación económica de la nación de la OPEP a las sanciones de los Estados Unidos destinadas a obligarlo a abandonar su cargo.
Sus críticos dicen que el colapso fue causado por dos décadas de administración incompetente que despilfarró cientos de miles de millones de dólares en ingresos petroleros. Reuters