El estado se aprovecha de la subordinación de los poderes públicos principalmente el Ministerio Público y el TSJ, para que la ANC que se ha convertido en un “paredón judicial”, decida el destino de la disidencia política despojándolos de sus garantías constitucionales, garantías judiciales y derechos humanos establecidos en nuestra CRBV para luego procesándolos ante tribunales de control por delitos comunes.
Narváez afirma que sin duda alguna estamos en presencia de un estado “represor” que no tolera la libertad de expresión cuando los periodistas haciendo uso de su libre ejercicio, son amedrentamos, hostigados y despojados de sus instrumentos de trabajo por los cuerpos de seguridad.
Es un estado que ha impuesto la hambruna en nuestro pueblo que ha traído como como consecuencia que 5 millones de venezolanos se hayan ido a otros países para buscar una mejor calidad de vida con riesgo de perder la vida antes de llegar a su destino; un sistema de salud que cada día se deteriora más y que va arrojando pérdidas humanas, y quien proteste, su destino es la persecución y cárcel. /Nota de Prensa