El 87% de los venezolanos rechaza la gestión de Maduro y el país apaciguado por las acciones fallidas de los partidos políticos opositores, desde desconocer la CRBV (1999) hasta el escándalo de Cúcuta, ha pasado mucha agua bajo el río ¡y qué agua! Nada cristalinas. ¿Qué sucede que ese rechazo no se canaliza? A pesar de los apagones, escándalos de corrupción, ineficiencia, desabastecimiento, abuso en los hospitales, escuelas, inflación, abuso de sobreprecios… ¿por qué la gente en lugar de reclamar durante los apagones juega dominó y en las colas de la gasolina se toman sus cervecita? Ese comportamiento que muchos critican por las redes como que somos gafos, sumisos…tiene su trasfondo social.
En América latina la fusión de todas las razas fue la regla, Venezuela además de no ser la excepción lo vivió con más intensidad. Nace como República un país dividido entre negros, pardos, blancos criollo, esclavos, cimarrones… donde se impone una oligarquía sin mérito para ello, una lucha fratricida entre oligarcas y liberales que cuando llegaban hacían lo mismo, la democracia no formó demócratas, sino votantes. Desde la colonia hasta nuestros días no ha tenido compromiso ni con el país, ni con los gobiernos…ni se defienden ideas políticas, sino intereses. Por lo tanto, hemos buscado la solución de nuestros problemas por los caminos vedes, el amigo, del amigo, del amigo que me resuelva, pasando por quien sea…confiando en la familia y en sus amigos para salir adelante. El Estado existe para que: brinde, dé, regale…sin reciprocidad alguna.
En medio de esta crisis cada quien busca su solución, los jóvenes fuera del país para mantener a los padres y abuelos; los empleados en el bachaqueo, hasta de los productos del Clap, quien necesita: algo, para ganarse: algo. Se ha creado un sistema social, como sucedió en el Cairo, donde todos sobreviven, en el inmediatismo ¡YA!
Mientas el liderazgo político opositor lejano y distante de estas realidades encapsulado en la redes sociales, le miente al país con sueños de salidas fáciles, vienen los marines ¡y ya! damos un golpe de estado ¡y ya! y eso no es así. Toda acción política requiere una preparación. Pongo la comparación, así sea odiosa para muchos: Fidel Castro: preparó una guerrilla, a los hombres y mujeres, en la ideología y en las armas, hasta que sacaron a Batista. Cristalizar una idea en la sociedad no es un acto de magia, pero el venezolano en medio de su inmediatez las compra.
Desde la autoproclama de Guaidó lo más cercano a la sociedad que fue la Operación Libertad y también fue una farsa. Vamos a unas elecciones con Maduro de Presidente, y en lugar de pedir disculpa por no cumplir el objetivo anda recorriendo el país para ser candidato. Lo cual genera decepción, desencanto y lo más grave incredulidad. Levantar la moral de los venezolanos va a costar, luego de este duro golpe. Ahora vamos a escribir ¿después de Cúcuta qué?
@carlotasalazar