El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo este miércoles que su país no quiere una guerra con Irán pero advirtió que, de desatarse un conflicto armado, este “no duraría mucho” tiempo.
En sus declaraciones, realizadas durante una entrevista emitida en Fox Business News, Trump dijo que una posible acción militar de su país contra la República Islámica no implicaría tropas “en el terreno”, dando a entender que la ofensiva podría limitarse a ataques aéreos.
El tono beligerante de Trump contrastó con la moderación de Irán, que afirmó más temprano que “no busca la guerra”.
En una conversación telefónica con su homólogo francés Emmanuel Macron, el presidente iraní Hasan Rohani aseguró que Irán “no busca la guerra con ningún país”, ni siquiera con Estados Unidos.
Rohani expresó a Macron la decepción de los iraníes ante lo que Teherán considera la inacción de los europeos en relación al pacto nuclear, informó la agencia oficial Irna.
Más tarde, en diálogo con la prensa fuera de la Casa Blanca, Trump se refirió una vez más a los gobernantes iraníes con insultos.
El presidente dijo los líderes de ese país serían “egoístas y estúpidos” si rechazaran acordar con su administración un nuevo pacto que sustituya al acuerdo de 2015 negociado por Barack Obama, y del que Estados Unidos se retiró el año pasado.
Ese paso que dio en 2018 la administración Trump es visto como la génesis del declive de las relaciones entre los dos países, agravadas en las últimas semanas tras ataques contra buques cisterna en el estrecho de Ormuz, que Washington atribuye a Irán, tras el derribo de un avión no tripulado estadounidense derribado por Teherán.
“Irán puede hacer lo que quiera, no me importa, tengo mucho tiempo, pero su país está en dificultades económicas (…) Sus líderes deberían cuidar de la gente. Si quieren, llegan a un acuerdo. De lo contrario, solo piensan en sí mismos y son egoístas y estúpidos”, dijo Trump, quien el lunes impuso sanciones al líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, así como a altos mandos militares de los Guardianes de la Revolución y al canciller Mohamad Javad Zarif.
– Nuevo frente en ONU –
La pulseada entre Estados Unidos e Irán llegó este miércoles al Consejo de Seguridad de la ONU, al que Washington instó actualizar la lista negra de personas vinculadas al régimen iraní, luego de una queja por omisiones en las prohibiciones de viaje y congelamientos de activos en la lista de la ONU.
Esa nómina contiene a 23 individuos y 61 entidades vinculadas a las actividades nucleares de Irán, e incluye a Ghasem Soleimani, jefe de la fuerza Al Quds, rama exterior de los Guardianes de la Revolución, ejército de élite e ideológico de la República Islámica.
Irán, por su parte, dijo al Consejo de Seguridad que no puede salvar “solo” al acuerdo nuclear de 2015, elevando la presión sobre los países europeos, Rusia y China.
La República Islámica está en proceso de retomar parte de su programa nuclear, luego de anunciar que para fines de junio superará el límite que se le impuso de 300 kg de uranio enriquecido, incumpliendo el compromiso firmado en Viena.
“Irán ha hecho mucho y más de lo que justamente le corresponde para preservar el acuerdo”, dijo el embajador iraní ante la ONU, Majid Takht Ravanchi, quien subrayó que de ahora en más su país no se ocupará de mantener el acuerdo.
Esa posición había sido anticipada en una nota del almirante Alí Shamjani, secretario general del Consejo Supremo de Seguridad Nacional iraní, afín a los conservadores, publicada el martes por la agencia Fars.
El oficial dijo que no hay nada que esperar de los europeos y que Irán aplicará de forma “decidida” la segunda fase de su “plan de reducción” de compromisos en materia nuclear, a partir del 7 de julio.