La crisis humanitaria empeora en Venezuela y el secretario general de la ONU precisa ser más vocal y reclamar un mayor ingreso de ayuda al país, dijo el miércoles a la AFP Feliciano Reyna, presidente de la ONG venezolana Acción Solidaria.
Esta organización sin fines de lucro provee tratamiento médico en Venezuela a unas 15.000 personas por mes que padecen enfermedades sobre todo crónicas como diabetes, hipertensión o Parkinson, directamente o a través de decenas de entes asociados.
Pero estima que los venezolanos que precisan ayuda para su tratamiento médico son más de 10 millones, un tercio de la población.
El jefe de la ONU, Antonio Guterres, “tiene un rol vocal que desempeñar y no lo está haciendo”, lamentó Reyna.
“Incluso la neutralidad es tomar partido”, afirmó. “En esta situación, (Guterres) tiene la estatura y la obligación de expresar sus preocupaciones” y de llamar al régimen de Nicolás Maduro a que permita “una apertura del espacio humanitario” para que ingrese más ayuda.
Acción Solidaria recibe actualmente unas cuatro a seis toneladas de ayuda humanitaria internacional por mes para distribuir en el país, pero “podríamos estar obteniendo cinco veces eso, o más” si el gobierno lo permitiera, aseguró.
El ingreso de ayuda humanitaria a Venezuela, sumida en una severa crisis con escasez de alimentos básicos y medicinas, ha sido parte central de la pugna por el poder entre Nicolás Maduro y Juan Guaidó.
Guterres no quiere involucrarse “en el griterío” entre el régimen y la oposición, pero su voz “aportaría razón, sentido común a la arena política”, insiste Reyna.
Reyna se reunió en Nueva York con funcionarios de la ONU para transmitirles “que la situación humanitaria en Venezuela desde el punto de vista humanitario empeorará” y “muchos más abandonarán Venezuela”.
La ONU estima que un cuarto de la población venezolana necesita ayuda humanitaria y que unos 5.000 venezolanos abandonan el país cada día.
La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, presentará un informe sobre Venezuela el 5 de julio, luego de una visita de tres días al país la semana pasada.
Pero los activistas piden que vayan otras figuras como Mark Lowcock, subsecretario para Asuntos Humanitarios de la ONU.
Un informe de Human Rights Watch y la Universidad Johns Hopkins aseguró en abril que la “emergencia humanitaria compleja” en Venezuela requiere de una respuesta a gran escala de la ONU.
Si Guterres “sigue ignorando la gravedad de la emergencia humanitaria, las condiciones van a seguir empeorando”, dijo entonces el jefe de HRW para América Latina, José Miguel Vivanco.
La ONU ha aumentado a más de 300 sus funcionarios en Venezuela, e insiste en que trabaja con el consenso de los gobiernos para poder distribuir ayuda humanitaria.
El Consejo de Seguridad de la ONU está dividido sobre Venezuela: Rusia y China apoyan a Maduro y están enfrentados a Estados Unidos, que apoya a Guaidó.
AFP