Funcionarios del gobierno de Estados Unidos revelaron en 2014 un problema de seguridad alarmante: los teléfonos celulares de los pasajeros y otros tipos de señales de radio pueden representar una amenaza para algunos modelos de aviones Boeing 737 y 777, así lo reseñó el portal Infobae.
Más de 1.300 aviones registrados en EEUU fueron equipados con pantallas de cabina vulnerables a interferencia de la red Wi-Fi, teléfonos móviles e incluso frecuencias externas como radares meteorológicos, según la Administración Federal de Aviación (FAA), que dio plazo a las aerolíneas hasta noviembre para reemplazar las unidades fabricadas por Honeywell International.
Hoy en día, posiblemente cientos de aviones en todo el mundo siguen volando con los sistemas inseguros mencionados en el informe de la FAA. Datos críticos de vuelo como la velocidad del aire, la altitud y la navegación podrían desaparecer y “dar lugar a la pérdida de control del avión a una altitud insuficiente para la recuperación”, comentó la FAA en el boletín de seguridad, conocido como directriz de aeronavegabilidad.
Honeywell -una multinacional estadounidense que produce servicios de ingeniería y sistemas aeroespaciales- no ha oído hablar de ninguna pantalla de visualización en blanco producto de teléfonos celulares u otras frecuencias de radio mientras un avión estaba en vuelo, aclaró la vocera Nina Krauss. Sin embargo, cuando las aerolíneas y Honeywell argumentaron que era poco probable que las señales de radio causaran problemas de seguridad durante los vuelos, la FAA respondió que realizó pruebas en aviones en servicio y estos no las superaron.
Boeing descubrió la interferencia en una prueba de laboratorio en 2012 y no ha visto problemas similares en otras aeronaves, indicó un representante de la compañía.
Honeywell tiene conocimiento de un solo caso en el que las seis unidades de visualización en la cabina de un 737 quedaron en blanco, afirmó Krauss. La causa fue un problema de software que se solucionó y actualmente se está probando en vuelo, agregó.
Los 737 afectados son del modelo Next Generation, antecesor del Boeing Max, que estuvo involucrado en dos accidentes en menos de cinco meses.
Las pantallas de cabina del Max no fueron hechas por Honeywell, sino por Rockwell Collins, actualmente una unidad de United Technologies. Los 777 de Boeing también figuran en la orden de la FAA.
El informe no especificó la cantidad de señales de radio necesarias para causar problemas de interferencia. Aún así, la amenaza de la señal de radio se extiende más allá de ese sistema de visualización en particular y la advertencia de la FAA.
Muchos teléfonos celulares encendidos durante cualquier vuelo en avión “podrían ser un verdadero problema”, planteó el profesor Tim Wilson, jefe del departamento de ingeniería eléctrica, informática, de software y de sistemas de Embry-Riddle Aeronautical University. Cuanto mayor sea el número de teléfonos que emiten señales de radio, advirtió, mayor es el potencial de interferencia con el sistema de vuelo de un avión.