La Diócesis de Maracay, que comprende a todo el estado Aragua, será guiada en lo sucesivo por Monseñor Enrique José Parravano Marino, Ordenado Sacerdote el 14 de enero de 1984, hace 35 años.
Oriundo de Turmero, Estado Aragua, Monseñor Parravano cuenta con una especialización en Educación Integral por el instituto Universitario Pedagógico Monseñor Arias Blanco de Caracas.
Su vida sacerdotal tiene en la Comunidad Salesiana de Venezuela varios pergaminos, fruto de haberse desempeñado como Superior y Director de varios colegios, capellán, Párroco de la Iglesia María Auxiliadora de Caracas, Arcipreste de la Zona Central de Caracas y Ecónomo Provincial de Los Salesianos, quienes lo acogieron en su noviciado el año 1973.
Hombre consumado a la fe y de sincera vocación sacerdotal, fue nombrado Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Caracas, asignándole la sede titular cómo Obispo de Isola en abril del 2016. En julio de ese mismo año es ordenado Obispo en el templo parroquial Don Bosco de Altamira, donde se desempeñó como Párroco hasta el año 2016.
Su labor pastoral es encomiable en el sureste caraqueño, atendiendo las vicarías católicas fundamentalmente en las barriadas de Petare y diversas zonas de Chacao, Las Mercedes, Baruta, El Hatillo y Zonal Rural de El Hatillo, donde impulsó el apostolado social, la solidaridad hacia los pobres, impartió el Sacramento de la Confirmación, Matrimonios, Primeras Comuniones, entre otras muchas labores pastorales entre decenas de jóvenes de esas localidades.
En ocasiones asumió como Gobernador Eclesiástico de la Arquidiócesis de Caracas, nombrado por el Cardenal Baltazar Porras, en sus ausencias del país por los compromisos con Roma. El clero caraqueño lo define como un Obispo consustanciado con las necesidades del Pueblo, conversador, cercano a la gente humilde y con su espíritu trasmite la alegría del Evangelio. El Papa Francisco lo nombra Obispo de Maracay, siendo el sexto en la historia de esa Diócesis, la cual fue fundada por el Cardenal José Alí Lebrúm.
Durante una homilía en la Catedral Metropolitana de Caracas, Monseñor Enrique Parravano señaló: “Estamos llamados a ser humildes para poder cumplir la misión que Dios nos confía”.
Nota de prensa.