Débora se sentía linda aquella noche de comienzos de 2012. Estaba en una fiesta familiar cuando se puso unas gafas oscuras y se tomó una selfie con su celular.
Por: BBC Mundo
Ella, que en ese momento tenía 15 años, compartió la foto en su perfil de Facebook. Pero el registro en imágenes de ese momento de alegría se convirtió en uno de los mayores traumas de su vida.
Cómo me sentí al convertirme en un meme
Al principio, poco después de publicar la foto, lo primero que se ganó fueron unos “Me Gusta”. Pero unos días después Débora notó que algunos desconocidos estaban compartiendo la imagen.
No tardó en darse cuenta que tristemente su foto se estaba convirtiendo en un meme -imágenes que son utilizadas para hacer burlas y bromas y que se comparten en internet- debido a su apariencia.
En tono de burla, a Débora comenzaron a llamarla la “diva de Oakley”, una marca de gafas de sol.
Mientras la foto generaba muchas risas entre quienes la compartían, Débora lloraba en su cuarto, en un barrio de Sao Paulo, Brasil.
Tanto la afectó, que se tuvo que recluir en su casa para evitar que la reconocieran en otras partes.
“Me sentía fea, humillada, menos que otras niñas de mi edad”, le dijo a la BBC Débora, que ahora tiene 22 años.
“Los comentarios sobre los memes con mi foto hablaban mucho de mi apariencia y eso me molestaba”, añadió.
En ese tiempo, abandonó la escuela, dejó de salir y pensó en el suicidio.
“No tenía fuerzas para nada. Lloraba y lloraba y me culpaba por haber compartido esa foto”.
Hace unas semanas, unos siete años después, Débora vio cómo volvían a utilizar su foto para un meme en las redes sociales.
“La foto la habían dejado de utilizar, pero hace poco la volvieron a compartir en Facebook y en Instagram”, señaló.
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