Luego de un encuentro que agrupó a más de 50 países que reconocen a Juan Guaidó como presidente interino, inició la Conferencia Internacional por la Democracia en Venezuela, organizada por el Grupo de Lima con un claro llamado a la acción regional y global para atender la crisis en el país sudamericano, y celebrada horas después del anuncio de un bloqueo total de los bienes estatales venezolanos en Estados Unidos.
Por Infobae
“Aspiramos a que la reunión sea un hito para que la comunidad internacional dé un salto de acción, con esfuerzos que no están exentos de riesgos“, declaró Néstor Popolizio, canciller peruano, en la apertura del encuentro, que reúne a decenas de delegaciones de países y organismos internacionales.
No obstante, a última hora, México y Uruguay, países que reconocen a Nicolás Maduro, cancelaron su participación. Así, compartieron la postura de países como Rusia, China, Irán, Cuba o Turquía de no participar en la Conferencia. “La decisión es de cada país, ello no resta importancia a la reunión”, indicó Popolizio.
Con respecto al foro matutino, se unieron representantes de gobiernos cuyas autoridades todavía reconocen a Nicolás Maduro como presidente, por lo que el debate podría empujar a estos gobiernos a tomar posiciones más condenatorias. Sin embargo, la realización de la primera parte y el anuncio del bloqueo incomodó a países que terminaron cancelando su participación. La organización, que envió invitaciones a más de 100 países, había optado por descartar la presencia de delegados del régimen chavista y de la oposición, para no “polarizar” las discusiones.
Ya sobre el cierre de la jornada, Popolizio aseguró que los resultados de la Conferencia “son alentadores” y adelantó: “Vamos a continuar en esta presión internacional“.
“Es momento de decisiones, su decisión es urgente e impostergable. La indiferencia de la comunidad internacional no es una opción cuando es el propio pueblo venezolano el que reclama la solidaridad de nuestros países“, añadió Popolizio.
Por su parte, el canciller argentino, Jorge Faurie, coincidió con la postura peruana y alertó que esta crisis “tiene implicancias para la paz, la seguridad y la estabilidad de la región e implicancias de repercusión global”. También, subrayó que “no se trata de una disyuntiva entre capitalismo y libre mercado”, sino “una discusión entre dictadura y democracia”.
El ministro argentino también hizo un fuerte llamamiento para que no se permita que Venezuela ocupe en octubre una banca en el Consejo de Derechos Humanos, puesto al que se accede con una votación en la Asamblea General de la ONU.
La exposición estadounidense estuvo a cargo del secretario de Comercio, Wilbur Ross, quien explicó los planes económicos de la Casa Blanca para “el día después” de una eventual caída del chavismo, apuntando a una reconstrucción del mercado doméstico con asistencia internacional.
El mensaje de apertura hizo hincapié en la necesidad de considerar a nuevas elecciones “libres y transparentes” como punto de partida de “cualquier solución posible”. En ese sentido, en la víspera, John Bolton, asesor de Seguridad Nacional de Donald Trump, indicó que Estados Unidos no apoyaría un proceso electoral que todavía sea controlado por las autoridades chavistas, ya que considera que carecería de legitimidad. “El tiempo para dialogar terminó. Es tiempo de la acción”, agregó este martes en su presentación.
Por ello, el jefe de la diplomacia peruana reiteró el llamado a una mayor presión: “Apelamos a que la comunidad internacional impulse colectiva y decididamente un entorno que facilite una pronta solución política en Venezuela, así como la reconstrucción de la economía, bajo el amparo de su Constitución y los principios del derecho internacional. Su presencia en esta conferencia es una expresión que respalda este llamado“.
Sin embargo, también indicó que no todos los países comparten la misma postura. En referencia al rechazo expresado por Estados Unidos al proceso de diálogo en Barbados, conversaciones que Perú sí apoya, el canciller indicó: “No todos los países tienen la misma postura acerca de los diálogos. Tenemos expectativas, pero son con escepticismo y para que no se produzca una especulación“.