Uno de ellos fue motivado por el odio hacia los inmigrantes y advirtió antes de pasar a los actos sobre una “invasión hispana”, en el otro caso las razones son menos claras, pero aparentemente detestaba las mujeres y había confeccionado una lista negra cuando estaba en secundaria.
La policía y el FBI intentaban armar el puzle para entender qué llevó a dos jóvenes estadounidenses a cometer las descarnadas matanzas del fin de semana.
Patrick Crusius, un joven blanco desempleado de 21 años que vivía en los suburbios de Dallas, abrió fuego el sábado en un supermercado de El Paso, Texas, con un arma semiautomática.
Unos 20 minutos antes de la matanza que dejó 22 muertos, de los cuales ocho mexicanos, Crusius publicó un manifiesto supremacista blanco en el foro 8chan titulado “Una verdad inconveniente” en el que explicaba que el ataque era una “respuesta a la invasión hispana de Texas”.
Crusius también dijo que estaba “defendiendo” Estados Unidos de “un reemplazo étnico y cultural traído por una invasión” e hizo referencias a la matanza de Christchurch en Nueva Zelanda, donde un hombre blanco mató a 51 fieles en dos mezquitas en marzo pasado.
El jefe de la policía de El Paso, Greg Allen, dijo que Crusius no ha mostrado ningún arrepentimiento desde su arresto y parece estar “en un estado de conmoción y de confusión”.
Según documentos judiciales, Crusius llevaba desempleado cinco meses y vivía con sus abuelos.
En una declaración, sus abuelos afirmaron que vivía con ellos mientras asistía a clases en la universidad pública Collin County College, pero que hace seis semanas se había mudado.
Según CNN, una cuenta de Twitter atribuida a Crusius estaba llena de mensajes sobre el presidente estadounidense, Donald Trump, incluyendo uno que contenía su nombre deletreado con armas.
En su perfil de la red social profesional LinkedIn, Crusius escribió: “No estoy motivado para hacer nada más que lo que sea necesario para sobrevivir”.
“En general trabajar es un asco, pero creo que una carrera en desarrollo informático me va. En general paso 8 horas cada día en el ordenador así que eso cuenta como experiencia en tecnología, creo”, dijo.
El Paso está a unas ocho horas de coche desde Dallas y parece que Crusius eligió este blanco porque más de un 80% de la población es latina y la ciudad está justo en la frontera con México.
– Un chico raro –
Las motivaciones del otro atacante, Connor Betts, de 24 años, están menos claras, pero varios de sus conocidos dijeron a los medios estadounidenses que tenía un historial de comportamiento perturbador, especialmente en sus vínculos con las mujeres.
En la mañana del domingo, armado con un rifle semiautomático, Betts mató a nueve personas, incluida su hermana, Megan Betts, en Dayton, Ohio. En menos de un minuto fue abatido por la policía.
Betts era blanco y seis de sus víctimas eran negros, aunque los investigadores no han encontrado indicios de que el tiroteo haya estado motivado por cuestiones raciales.
El agente del FBI Todd Wickerham dijo a los periodistas el martes que Betts había mostrado un interés hacia “ideologías violentas”, pero declinó dar detalles.
Mika Carpenter, de 24 años, que conocía a Betts desde que tenía 13 años, dijo al diario The New York Times “estaba lleno de odio hacia las mujeres porque ellas no querían salir con él”.
El diario The Dayton Daily News informó que Betts fue suspendido de la secundaria por haber hecho una lista negra con nombres de chicas y, según Buzzfeed News, era parte de una banda de “pornogrind”, un género de heavy metal cuyas letras describen actos sexuales muy violentos.
Demoy Howell, un amigo de Betts, dijo al mismo medio que el atacante “siempre fue un poco raro”.
“Tenía un sentido del humor muy oscuro”, dijo su amigo, citando que hacía bromas sobre gente muriendo y que siempre vestía de negro.
“No creo que sea un crimen de odio sino más bien un tema de ‘odio al mundo'”, dijo Howell.
AFP