Carta abierta de Américo De Grazia al pueblo de Upata

Estamos viviendo una hora estelar de Venezuela;  tendremos el privilegio histórico, como generación, de ¡haber derrocado a la peor tiranía sufrida por nuestra nación en todos los tiempos! Seremos recordados de por vida como los legítimos fundadores de un nuevo modelo republicano, que no solo dio al traste con la narcodictadura más vergonzosa, corrupta y criminal observada en este hemisferio, sino por haber instruido mecanismos para reinventar el sueño de millones de venezolanos dentro y fuera del país.

Nos corresponde inspirarnos y ofrendar lo mejor de nosotros. ¡Este es el momento de dar, no de pedir! Esforzarnos en lo que nuestro Presidente Juan Guaidó ha dado en llamar como “Plan Pais” para sustituir el militarismo cuartelario y asfixiante por el Civilismo; derrotar el rentismo extractivista y monoproductor, por la Venezuela productiva. Romper con el centralismo para desarrollar el potencial de la descentralización. Derrocar el populismo con el trabajo decente. Desaparecer el caudillismo para instaurar la institucionalización. Desplazar la corrupción con transparencia. Acabar el ecocidio para reinventarnos de modo ecológico y sustentable.

Igualmente debemos tener una democracia inteligente, capaz de enmendar, corregir, atender y resolver los problemas que afectan al común y más vulnerable de los ciudadanos; que no sea indiferente al dolor, ni  a la tragedia que nos embarga con la hiperinflación, el hambre, la injusticia, la inseguridad o las penurias de nuestros enfermos. Debemos dar respuesta a la emergencia cotidiana de manera pragmática, inmediata y con sentido común sin perder nunca la iniciativa. Y encarar los problemas, por complejos que sean, fomentando una cultura de soluciones.

¡Este es el reto y lo aceptamos!  Esta tragedia tiene que ser la antesala del éxito. Venezuela tiene un reto gigantesco nada comparable al capítulo que nos toca librar desde Guayana y con los Guayaneses, convertida hoy por hoy en el epicentro de operaciones del desastre con el Arco Minero de la Muerte, que no es minería, sino saqueo, masacre, terrorismo,contrabando, crimen organizado, epidemias, desplazados y ecocidios. Esa es una tarea a resolver por nosotros, para los guayaneses de hoy, mañana y siempre. Y no temo exagerar al decir que también para los venezolanos y la humanidad. Allí  vamos a inscribir nuestros nombres. Seremos recordados, como los guayaneses que ayudamos a salvar este lado del planeta. ¡Menuda tarea tenemos por delante!

Tenemos que reconstruir todo nuestro parque industrial para ponerlo al servicio de la nación. Con la dictadura muere el estado empresario. Es la hora del ciudadano. El cambio comenzará en Guayana, con nuestros trabajadores. Produciendo más y mejor. Y la otra épica que nos corresponde emprender es reconstruir la hidroeléctrica de Guri, para dotar al país de energía eléctrica confiable, limpia y segura. Para lograr estos objetivos proponemos desde ya una plataforma política, económica, social y profesional,  capaz de reunir a los mejores y más calificados talentos en un solo objetivo, ver a Guayana Libre. Libre de tragedias, zánganos y oportunistas. Libre de violencia, masacres y terroristas. En esta tarea estamos comprometidos. Upata, Guayana y su gente nos inspiran. No estamos solos. El mundo civilizado nos observa con atención. ¡Gracias, muchas gracias!

Américo De Grazia

10 de Agosto 2019.