La noticia del día en el sector petrolero venezolano es el convenio celebrado entre la PDVSA roja y la empresa china WISON para “reparar” las refinerías venezolanas, a cambio de diésel, ver: https://talcualdigital.com/index.php/2019/08/07/empresa-china-acuerda-con-el-gobierno-de-maduro-reparacion-de-las-refinerias-venezolanas/.
La PDVSA chavista se especializa en hacer convenios y celebrar contratos con el lumpen, pues es en esos convenios donde hay mayores posibilidades de comisiones, sobrepagos, sobornos y extorsiones. Así lo hemos visto en los casos de asociaciones con empresas de países sin tradición petrolera como Cuba, Uruguay o Bielorrusia, así como los convenios celebrados con Ruperti, Derwick, Roberto Rincón, Southern Procurement Services, CAMIMPEG, Energy Coal Spa, CUFERCA, PETROMARINE y múltiples otras organizaciones sin experiencia en el negocio petrolero o con algunos “traders” codiciosos y avispados como Glencore. Las presidencias de Rafael Ramírez, Eulogio del Pino y Manuel Quevedo mantuvieron y mantienen en PDVSA una relación estrecha con los bajos fondos del mundo petrolero.
Este convenio citado luce como más de lo mismo o peor. Se hace con una empresa china de relativamente corta experiencia en el sector petrolero (menos de 20 años), cuya previa relación con PDVSA ha sido una trágica debacle, la llamada modernización de la refinería de Puerto La Cruz. Hace un año denunciamos esta perversa relación en la cual la nación venezolana ha perdido una inmensa cantidad de dinero, ver: http://lasarmasdecoronel.blogspot.com/2018/09/la-refineria-depuerto-la-cruz-un.html , Septiembre 2018. Allí decíamos que los trabajos para esa “modernización” fueron adjudicados a la misma empresa china WISON, con financiamiento del Banco Espirito Santo, el cual fue cerrado por corrupción. Además, el presidente y mayor accionista de WISON, el Sr. Hua Bangsong fue encontrado culpable de sobornos en China por lo cual fue sentenciado a tres años de cárcel. Esa combinación de Banco Espirito Santo y WISON probó ser fatal para el proyecto, el cual debía haber sido completado en 2010 pero que aún no lo ha sido, ni remotamente, catorce años después que se comenzara la ingeniería básica, en 2005. Ver cronograma abajo.
El costo original del proyecto era de $1300 millones y ahora se estima en unos $8000 millones, suma que PDVSA ni remotamente puede proveer. Los errores técnicos, financieros y gerenciales cometidos en este proyecto son múltiples y ameritan no solo una auditoría exhaustiva sino una investigación de carácter penal.
Sin embargo, no es eso lo que se ha hecho. Lo que se decidió ahora es extender la asociación con WISON para cubrir todas las refinerías del país, las cuales ciertamente están en el suelo, gracias a los Ramírez y los Luongo de este mundo. Es decir, no solo no hay rectificación sino premio para WISON. Quizás se deba a que ya ellos se conocen “bien” y han desarrollado “sinergias” y acomodos que les permitirán continuar con el plan de destrucción total de la industria petrolera venezolana que apoya el generalato venezolano, en especial el general Manuel Quevedo y el General Vladimir Padrino López.
Ya la situación de PDVSA es de tal deterioro y las pérdidas de tal magnitud que no será posible para quienes han sido los responsables del desastre evadir la acción de la justicia. Hay que detener esta hemorragia ya
Publicado originalmente en Las Armas de Coronel