El mundo de la música en México vivió un nuevo asesinato. La tarde del martes 12 de agosto, fue ultimado Roberto Domínguez Trejo, vocalista de la banda de narcocorridos “Los Hijos del Cártel”.
Domínguez Trejo, de 25 años de edad, fue asesinado de un balazo en la cabeza cuando se encontraba con su familia, a bordo de su vehículo Eclipse color negro.
Esperaban cargar combustible en una gasolinera de la ciudad de Tijuana, Baja California, cuando un hombre llegó en un vehículo Camaro color negro y sin mediar palabra, le disparó, para posteriormente darse a la fuga.
La esposa y el bebé del cantante presenciaron el hecho, sin embargo, resultaron ilesas. Hasta el momento, no hay personas detenidas.
La tarde del sábado pasado fue asesinado Luis Mendoza, vocalista de la agrupación “Los Ronaldos”. Un comando armado disparó en más de 100 ocasiones contra la camioneta en la que viajaba con su representante, los dos murieron en el lugar.
Luis Mendoza gozaba de fama en el norte del país por sus canciones, algunas de ellas narcocorridos. Hasta ahora las autoridades de Ciudad Obregón, Sonora (donde fue asesinado el cantante), no han dado mucha información sobre las lineas de investigación que se llevan a cabo, sin embargo, no se descarta un presunto ajuste de cuentas.
Desde hace décadas, en México y Estados Unidos han existido muchos intérpretes y compositores musicales que han escrito o cantado corridos dedicados narcotraficantes.
Esta cultura del narcocorrido tiene sus inicios con el corrido de “El Pablote”, escrito en 1931 y dedicado a Pablo González, también conocido como “El Rey de la Morfina”. Al principio este género musical era un lamento, que regularmente los escribían desde la cárcel y siempre dejaba una moraleja.
Sin embargo, actualmente el propósito de los narcocorridos es celebrar las hazañas y matanzas de los jefes de los grupos criminales, o mandar mensajes a grupos rivales.
Juan Carlos Ramírez-Pimienta, autor del libro, “Cantar a los narcos: voces y versos del narcocorrido”, asegura que el hecho de que alguien le cante a un capo puede interpretarse de varias maneras: “puede ser que el capo le diga `componme un corrido´, puede ser que el capo no lo haga, pero el cantante para granjearse al capo le haga un corrido“.
Algunos grupos y cantantes del género grupero o regional mexicano, desde hace varios años se han visto envueltos en escándalos ligados con el narcotráfico, ya no solo como los “artistas favoritos” de tal o cual grupo, sino también incluso como integrantes de los cárteles.
Hace unas semanas, también en Ciudad Obregón, aparecieron narcomantas amenazando y señalando a otro músico de regional mexicano de ser integrante de un grupo criminal que opera en Ciudad Obregón, se trata de Alfredo Olivas.
Una fotografía de Olivas, como la de su padre, “El Chapo Alfredo”, y sus nombres aparecieron en una manta con un mensaje en el que se les responsabiliza, junto con otra decena de personas, de ser los culpables de la violencia que se vive en esa región.
En reiteradas ocasiones el cantante ha negado tener nexos con el crimen organizado.
Olivas y su padre ya han sido objeto de varios atentados contra su vida. En diciembre pasado un grupo armado habría intentado matar al padre del músico en Zapopan, en el estado de Jalisco; los sicarios lo dejaron herido.
Anteriormente, el “Alfredito” Olivas fue baleado en la ciudad de Hidalgo de Parral, Chihuahua, mientras cantaba su éxito ‘Así es esto’, de pronto se escucharon varias detonaciones y el grupero cayó al suelo.
Otros asesinatos de cantantes gruperos que también han sido achacados a grupos criminales son el de Jenni Rivera, Valentín Elizalde, el vocalista de K-paz de la Sierra, Sergio Gómez; Sergio Vega “El Shaka” o el asesinato de 13 músicos de Kombo Kolombia, 3 miembros de su equipo y un ingeniero de sonido.
Este último caso ocurrió en 2013 en el municipio de Hidalgo, en el estado de Nuevo León. Los 18 integrantes de la agrupación fueron secuestrados el 25 de enero en una presentación privada en la Bodega La Carreta, los músicos presuntamente tocaron por dos horas para el Cártel de los Zetas, cuando un grupo de hombres armados irrumpieron en el lugar y levantaron a los músicos.
Luego sus cuerpos fueron encontrados en el fondo de una noria, gracias a que uno de los integrantes logró escapar y ayudó a las autoridades a ubicar el lugar en el que abandonaron los cuerpos.
“El Pichilo”, como le conocen a José Isidro Cruz Villarreal, jefe del cártel de Los Zetas en el norte de Nuevo León, tendió una trampa a los integrantes del grupo Kombo Kolombia: los contrató para que tocaran para él en un bar donde, junto con otros sicarios, mató a los integrantes del grupo en venganza porque a pesar de que los apoyaron en sus inicios, empezaron a amenizar eventos en territorio controlado por sus rivales del Cártel del Golfo.
Valentín Elizalde fue asesinado el 25 de noviembre de 2006, cuando salía de una presentación en la ciudad de Reynosa, Tamaulipas. “El Gallo de Oro”, como era conocido, fue baleado abordo de su camioneta junto a las personas que viajaban con él, a unas calles de donde había sido su concierto.
Los tres cuerpos presentaban más de 70 disparos de armas de grueso calibre, se sospecha que el atentado tuvo que ver con narcotraficantes, pero hasta la fecha no se ha resuelto el caso.
Elizalde tenía 27 años cuando fue asesinado junto con su representante Mario Mendoza y su chofer Raymundo Ballesteros. Era originario de Sinaloa, como el narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán . Versiones afirman que tuvo algún vínculo amistoso con el capo. También cantó un corrido sobre “El Chapo”.
La PGR atribuyó la muerte de Valentín a Raúl Hernández Barrón alias “El Flander I”, un exmilitar del Ejército Mexicano que trabajaba para Los Zetas, brazo armado del Cártel del Golfo.
La policía presume que el músico fue asesinado debido a que entonó una canción llamada “A mis enemigos”, la cual es considerada como un mensaje de Joaquín “El Chapo” Guzmán, para los Zetas.
En el 2007 fue ejecutado Sergio Gómez, vocalista de la agrupación musical K-Paz de la Sierra. Su cuerpo fue encontrado con signos de tortura en un paraje de Morelia, en el estado de Michoacán.
El primero de diciembre de 2007 la banda se había presentado en el estadio Morelos de aquella entidad, cuando salía del lugar fue “levantado” junto con dos empresarios que viajaban con él en una camioneta. Horas después liberaron a los empresarios.
De acuerdo a versiones periodísticas, Sergio Gómez había sido amenazado por el cártel “La Familia Michoacana”, le advirtieron que no debía presentarse en la entidad, pues el grupo habría ofrecido un concierto a Los Zetas, agrupación rival de los autores del crimen.
Cuatro años después algunos medios dieron a conocer que Nazario Moreno González “El Chayo”, extinto líder de “La Familia Michoacana”, ordenó el secuestro, tortura y ejecución de Sergio Gómez.
Sergio Vega, conocido como “El Shaka”, fue ejecutado en el año 2010 en el estado de Sonora. Originario de Ciudad Obregón, era uno de los más populares intérpretes de narcocorridos de aquellos años.
En una entrevista que concedió a una televisora horas antes de su muerte, dijo que había reforzado su seguridad por la ola de violencia que vivían los músicos del género norteño, sobre todo quienes cantaban narcocorridos.
“Yo, que navego temas muy fuertes, muchos corridos, tengo mi temorcito y hay que encomendarse a Dios”, dijo Vega.
El 26 de junio de 2010 se dirigía a una presentación en Alhuey, en el estado de Sinaloa, cuando un grupo de sicarios disparó contra el vehículo en el que viajaba, asesinándolo con más de 30 tiros.
Jenni Rivera, también llamada “La Diva de la Banda”, murió el 9 de diciembre del 2012.El avión en el que viajaba, luego de un concierto que ofreció en Monterrey, Nuevo León; se desplomó poco después de haber despegado y murieron todos sus ocupantes.
Existen varias teorías sobre la muerte de Jenni Rivera pero dos de estas la relacionan con Édgar Valdez alias “La Barbie”.
De acuerdo con lo dicho por un agente de la DEA de Estados Unidos, que dedicó tiempo a la investigación asegura que el jet explotó en el aire antes de despedazarse sobre las montañas de Iturbide en Nuevo León.
Según el agente, el asesinato fue ordenado por Édgar Valdez mejor conocido como “La Barbie”. Versiones atribuidas a personas cercanas al capo aseguran que Jenni era la artista favorita del joven narco, pero en el 2009 tuvieron un fuerte conflicto.
“La Barbie” fue capturado en el 2010 y siempre sospechó que Jenni lo había delatado, según el agente de la DEA, Édgar fue maquilando poco a poco el plan para asesinar a “La Diva de la Banda”.
Según esta versión, un operador de Valdez colocó un explosivo llamado C4 en la aeronave donde viajaría Jenni.
Otra de las versiones dice que “La Diva de la Banda” era amiga muy cercana de Joaquín “El Chapo” Guzmán y de “La Barbie”, supuestamente los dos le pidieron que no cantará en Monterrey porque era territorio de sus rivales, a lo que Rivera no accedió, entonces “La Federación”, liderada por Guzmán Loera, dio la orden para asesinarla.