El grupo yihadista Estado Islámico (EI) reivindicó hoy la autoría del atentado suicida que anoche causó 63 muertos y 182 heridos en un salón de bodas de Kabul, una acción de la que los talibanes ya se han desvinculado.
lapatilla.com
En un comunicado difundido en la red social Telegram y cuya veracidad no ha podido ser comprobada independientemente, el EI explicó que primero se inmoló un atacante suicida, identificado como Abu Asem al Pakistani, y posteriormente explotó un coche bomba.
“Cuando las fuerzas de seguridad llegaron al lugar, los muyahidines hicieron detonar un coche bomba aparcado, lo que causó 400 muertos y heridos entre los renegados y los miembros apóstatas de las tropas afganas”, según afirmó el grupo.
Detalló que el objetivo de la acción fue “una gran concentración de los renegados politeístas”, en aparente referencia a la minoría chií del país, a menudo blanco de ataques sectarios de los yihadistas, especialmente la comunidad hazara fiel a esa rama del islam.
También difundieron una presunta fotografía de Al Pakistani con el sello del EI-Khorasan (EI-K, la rama afgana del grupo), en la que aparece con la cara cubierta, un chaleco cargado de explosivos y levantando un fusil de asalto.
Este sábado, hacia las 22.40 hora local (18.10 GMT), un atacante suicida hizo detonar los explosivos que portaba en una sala de bodas en la que se congregaban cientos de personas.
El atentado se produce mientras se espera que los talibanes y Estados Unidos firmen pronto un acuerdo de paz, que se podría ver empañado por los constantes ataques del EI-K, ya que este no se adheriría al pacto.
Desde que irrumpió en Afganistán en 2015 y estableció su bastión en la provincia oriental de Nangarhar, las fuerzas afganas aseveraron en diversas ocasiones que habían acabado con la presencia del EI en el país, pero los yihadistas continúan atribuyéndose algunos de los atentados más sangrientos.
Así lo reseñó EFE