Corea del Sur se prepara para la llegada del poderoso tifón Lingling, que arrastra fuertes vientos y lluvias y que se espera que afecte a toda la costa occidental del país el sábado antes de tocar tierra en Corea del Norte.
Lingling, el decimotercer tifón de la temporada en el Pacífico, se encontraba a las 15:00 hora local a unos 430 kilómetros al suroeste de la isla surcoreana de Jeju, y se desplazaba hacia el norte a unos 38 kilómetros por hora arrastrando vientos de unos 160 kilómetros por hora, según la Administración Meteorológica de Corea (KMA).
Aunque está previsto que se debilite ligeramente en las próximas horas, Lingling, cuya intensidad de momento es calificada como “muy potente”, podría generar rachas “récord” de hasta 200 kilómetros por hora, capaces de volcar automóviles y barcos y tumbar árboles, en algunas islas del sureste del país.
Por ello, KMA ha advertido del peligro a los habitantes de estas zonas.
Se espera que la tormenta afecte a la isla de Jeju durante la madrugada del sábado y que siga desplazándose por la costa occidental surcoreana hasta tocar tierra en la provincia norcoreana de Hwanghae del Sur a última hora de la tarde, ya más debilitado con vientos en torno a los 100 kilómetros por hora, según previsiones de la KMA.
En Jeju, el Gobierno provincial ha prohibido el acceso a excursionistas al Parque Nacional de Hallasan, la montaña más alta del país, y el aeropuerto internacional de la isla ha cancelado al menos 25 vuelos con destino y origen en el aeródromo.
La mayoría de las 14 rutas marítimas que unen Jeju con el resto del país también se han suspendido temporalmente.
La mayoría de Gobiernos municipales en la franja occidental del país ha cerrado el acceso a las rutas de senderismo, una de los grandes pasatiempos nacionales.
Las autoridades han advertido de que Lingling es comparable al tifón Bolaven, que en 2012 dejó 15 muertos en el país y daños por valor de más de 500 millones de dólares. EFE