Una corte de apelación en Escocia declaró el miércoles “ilegal” la decisión de suspender las labores parlamentarias durante cinco semanas tomada por el primer ministro británico, Boris Johnson, cuyo gobierno anunció que recurrirá ante el Tribunal Supremo.
Las dos cámaras del parlamento británico suspendieron sus labores el martes de madrugada y no deben reanudarlas hasta el 14 de octubre, dos semanas antes de la fecha prevista del Brexit.
La decisión fue justificada por Johnson por la necesidad de preparar y presentar el programa de política nacional de su nuevo ejecutivo. Sin embargo los opositores a un Brexit sin acuerdo la denunciaron como un intento de atarles las manos.
Este miércoles, el tribunal de apelación de Edimburgo les dio la razón, al considerar que la media tiene “como objetivo obstaculizar al parlamento”, por lo que un juez la declaró “ilegal”.
La sentencia, primera victoria judicial de los opositores a la controvertida decisión, será inmediatamente recurrida por el gobierno de Johnson.
“Estamos decepcionados por la decisión de hoy y apelaremos al Tribunal Supremo del Reino Unido”, anunció en un comunicado.
“El gobierno del Reino Unido debe presentar un programa legislativo nacional sólido. La suspensión del parlamento es la forma legal y necesaria de hacerlo”, insistió.
Hace una semana, una corte escocesa había rechazado la demanda para bloquear dicha suspensión presentada por 75 parlamentarios, que apelaron la sentencia.
Otros dos casos judiciales contra la decisión de Johnson están pendientes en Belfast y Londres. El primero sigue en estudio mientras que el segundo, denegado la semana pasada, será analizado por el Tribunal Supremo el 17 de septiembre. AFP