Desde que irrumpieron en el mundo del narco cárteles como Los Zetas y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) se ha señalado que estos grupos acabaron con viejos códigos que existía dentro de la delincuencia organizada.
Por: Infobae
Aunque los cárteles de la llamada vieja escuela ya contaban con métodos para torturar a sus enemigos, entre sus códigos de conducta existían cuatro puntos que todos estaban obligados a respetar: no lastimar a inocentes ni meterse con las familias de sus rivales, no hacer uso del armamento para conseguir favores o llevar a cabo venganzas personales, respetar al gobierno y trabajar dentro de la organización sólo para llevar a cabo el negocio de la venta de drogas.
Ahora, los líderes de los grupos del narcotráfico se dedican a nuevos giros donde la mayoría de las veces la disputa de estos territorios comerciales termina en una masacre que hasta ha terminado con la vida de miles de inocentes, las organizaciones ya no se dedican sólo al negocio de drogas también se han extendido a otras ramas criminales como la extorsión, el secuestro y la trata de personas.
Una de las venganzas más crueles dentro del mundo del narco en la que la familia quedó en medio fue la que perpetró el narco Miguel Ángel Félix Gallardo, del Cártel de Guadalajara, en contra de Héctor “El Guero” Palma Salazar, del Cártel de Sinaloa.
Un narco venezolano llamado Enrique Rafael Clavel Moreno había logrado infiltrarse en su organización por encargo de Félix Gallardo, quien no le había perdonado la traición.
Aprovechando las constantes ausencias de Palma, el venezolano se acercó a su esposa, Guadalupe Lejía, hasta convertirse en su amante.
Clavel la convenció de huir con él y llevarse a los dos hijos que tenía con Palma Salazar.
Los dos, junto con los niños, le robaron al capo mexicano dos millones de dólares con los que huyeron a San Francisco en Estados Unidos, donde Clavel asesinó a la mujer, le cortó la cabeza y se la mando al “Güero” en una caja.
Aproximadamente dos semanas después, le mandó un video en el que le mostraba cómo lanzaba a sus hijos, Nataly y Héctor, de cuatro y cinco años de edad, desde el Puente de la Concordia, en Venezuela.
Además del asesinato de niños, en los últimos años ha sido notorio que ya tampoco se respeta a las familias, ya que en distintas partes del país se han registrado en las últimas semanas ejecuciones en la que los ajustes de cuentas ya no alcanzan sólo a los presuntos responsables sino también a sus parientes.
En junio de 2017, los vecinos de la colonia Nuevas Calzadas en el municipio de Coatzacoalcos Veracruz, fueron testigo del brutal asesinato de una familia de seis integrantes, entre ellos cuatro niños.
Todos fueron ejecutados y presentaban el tiro de gracia. Al parecer fueron atacados cuando se encontraban alrededor de un televisor,disfrutando de una tarde familiar.
En el estado mexicano de Veracruz fue asesinada una familia completa, entre ellos cuatro menores.
El 4 de marzo, en Tabasco, un matrimonio, su hijo de dos años y uno de los cuñados fueron ejecutados.
Según reportes, la familia completa masacrada regresaba anoche a su domicilio en el poblado C-26 de Huimanguillo a bordo de su automóvil, cuando un grupo de hombres armados le cerró el paso y abrió fuego contra ellos.
Hombres armados irrumpieron en un departamento ubicado en la Etapa 2 del Infonavit Alta Progreso de Acapulco y atacaron a una familia, dos adultos y una niña murieron; una mujer resultó lesionada.
El 7 de junio de este año, en Acapulco, tres integrantes de una familia, entre ellos una niña de 8 años que tenía uniforme escolar fueron ejecutados por un comando que ingresó a su departamento. En la balacera murió la madre y el padre, quien tenía un arma .380 milímetros.
En el hecho más reciente, el jueves fue ejecutada una familia de cuatro integrantes, en hechos ocurridos en la colonia Emiliano Zapata en la cabecera municipal de Fresnillo, Zacatecas; dejaron un narcomensaje; todas las víctimas (un hombre y tres mujeres) presentaban el tiro de gracia.
Se sabe que un grupo de hombres armados llegaron al lugar y sin más comenzaron a disparar provocando la muerte de los integrantes de esa familia: El padre, la madre, y las dos hijas, una de ellas estaba embarazada.
Todos los cuerpos estaban maniatados, presentaban heridas de proyectil de arma de fuego y en el lugar se hallaron casquillos 9 milímetros. En el lugar también se encontró una narcomanta.