La empresa mexicana El Sardinero, proveedor del programa de alimentos conocido en Venezuela como Clap, sostiene que su trayectoria comercial es “intachable” y que sus operaciones con el régimen de Nicolás Maduro fueron realizadas bajo el estricto apego a las leyes.
Por: El Nuevo Herald
La compañía está entre un puñado de proveedores mexicanos del Clap que está bajo observación de las autoridades estadounidenses, que meses atrás declaró al programa de alimentos como un esquema de corrupción que permitió a Maduro y a sus socios acumular millones de dólares a expensas del hambre del pueblo venezolano.
El Sardinero, en una carta dirigida a el Nuevo Herald, se distanció del esquema de corrupción atribuido a Maduro, señalando que solo adquirió y empaquetó los productos del programa en una operación que calificó como totalmente lícita.
“El Sardinero no fue fabricante de los productos y no estuvo a cargo de la transportación de las despensas, únicamente actuó como el encargado de comprar y armar las denominadas CLAPs, las cuales incluían productos de los fabricantes más prestigiados de nuestro país”, dijo la compañía en la carta.