La expresidenta brasileña Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), calificó este miércoles el discurso del presidente Jair Bolsonaro ante la Asamblea General de la ONU como una “vergüenza planetaria” que “perjudica la imagen de Brasil en todo el mundo”.
En una entrevista con Efe en Madrid, donde vino a cumplir una agenda política esta semana, Rousseff defendió que la Amazonía es patrimonio de Brasil y también de la humanidad, en desacuerdo con lo que dijo Bolsonaro este martes en Nueva York. Al mismo tiempo, se posicionó contra cualquier intervención internacional en la mayor selva tropical del mundo, lo que, para ella sería un “mal servicio”.
La expresidenta, que sufrió un juicio político y fue destituida en 2016, reconoció que la izquierda brasileña tiene “dificultades” para articularse pero empieza a reaccionar frente a las consecuencias potenciales negativas del gobierno Bolsonaro, definido por ella como “neofacista”, con una subordinación “humillante” a los Estados Unidos.
También definió a Lula da Silva, como la principal figura de la oposición en Brasil, y agregó que “en ningún lugar del mundo” un partido que tiene más apoyo popular renuncia a su protagonismo en favor de otro con menos votos.
PREGUNTA: ¿Como evalúa el discurso del presidente Jair Bolsonaro en la Asamblea General de la ONU?
RESPUESTA: Lamentable, una vergüenza planetaria. Cometió muchas falsedades y omisiones. Manifestó todo el aspecto neofacista que denunciamos. “Neo” porque el fascismo era generalmente nacionalista, aunque desastroso. El fascismo del Bolsonaro ni siquiera es eso, porque tiene una sumisión explícita a los Estados Unidos. Él mostró su política de destrucción de la Amazonía, atribuyéndola a los pueblos indígenas, sin asumir que ha tratado de destruir la estructura de lucha contra la deforestación.
P: ¿Que dice su silencio sobre la muerte de la niña Ágatha Félix, de ocho años, con un tiro de fusil en la espalda, en Rio de Janeiro, el pasado sábado?
R: La política de Bolsonaro no es combatir el crimen, sino autorizar a la Policía para matar. Intentan autorizar un dispositivo legal para que los oficiales de policía afirmen que están “bajo fuerte estrés emocional” para justificar potenciales muertes. Ninguno de los autores de asesinatos de niños en Brasil ha sido condenado hasta hoy. El gobernador Wilson Witzel, de Río de Janeiro, alienta a los agentes de policía a dispararle a la cabecita (de los niños). Lamentablemente, ninguno de ellos (Witzel o Bolsonaro) tuvo la dignidad de referirse a la muerte de Ágatha dentro de las 24 horas posteriores al hecho. Cuando comenzaron las quejas (ellos) empezaron a hablar, siempre atribuyendo la responsabilidad del asesinato a terceros.
P: ¿Coincide con la idea de que la Amazonía “no es patrimonio de la humanidad”, como dijo el mandatario brasileño?
R: La Amazonía es patrimonio de Brasil y también de la humanidad. Pero no acepto ninguna propuesta de intervención internacional en la Amazonía. Esto es un mal servicio. No hay Brasil sin Amazonía. (…) Ser patrimonio de la humanidad no significa que sean áreas de intervención internacional. Quiero dejar eso claro, porque hubo duda en las declaraciones del presidente de Francia, Emmanuel Macron. Creo que es importante que Europa se encargue de la parte europea de la Amazonía, en la Guayana Francesa, que sufre el ataque de los mineros de oro incluso más que nuestra Amazonía. Brasil tiene todas las herramientas para detener la deforestación, pero si no quiere usarlas, es otra historia. (…) Bolsonaro está socavando la soberanía brasileña sobre el Amazonas. Él dice que son los “otros” los que quieren entrar allí, pero él es el que quiere abrir los bosques para la exploración minera internacional, especialmente para los Estados Unidos.
P: En la ONU, Bolsonaro usó un collar indio, estuvo acompañado de una representante indígena, Ysani Kalapalo, y leyó una carta de indígenas agricultores. ¿Es convincente esta estrategia de mostrarse como aliado de los indios?
R: No convence a nadie. No es un aliado de los indios y no se preocupa por ellos. La Fundación Nacional del Indio (Funai) ha sido debilitada bajo su gobierno… El presidente no ha tenido relación con los pueblos indígenas en toda su vida. No creemos que (los indígenas) puedan ser responsables de la destrucción de la Amazonía, por el contrario, si hay algo que los indígenas han hecho es preservar los bosques.
P: ¿Cuál es el impacto diplomático del discurso de ayer y de la reciente crisis ambiental en la Amazonía?
R: (Bolsonaro) Perjudica la imagen de Brasil en el mundo. No está a la altura del país. No respeta el marco multilateral, una característica de la política exterior brasileña. Le faltó el respeto a la esposa de Macron, lo cual es absurdo, y ataca innecesariamente a los países. En nombre de una pseudopolítica antiglobalista tiene una humillante subordinación al gobierno de Trump… La diplomacia brasileña no merece un presidente que avergüence a un país y la diplomacia en el mundo.
P: Después de casi nueve meses de gobierno Bolsonaro, ¿como ve la actuación y la articulación de la izquierda brasileña?
R: Con dificultades. Cuando Bolsonaro asumió el cargo, la prensa nacional, segmentos del centro, la derecha y su propio partido lo celebraron. Había una expectativa de que él salvaría la situación. La izquierda resistió valientemente y denunció que ganó por noticias falsas, utilizando el mismo esquema que Cambridge Analytica aplicó a Trump. A partir de ese primer momento, la izquierda comenzó a mostrar lo que estaba sucediendo, se fortaleció y reaccionó.
P: :¿La bandera “Lula libre” no fragmenta más que une el campo progresista anti-Bolsonaro?
R: Este gobierno y sus aliados detectan que parte de la izquierda brasileña tiene dificultades, de que el gran adversario que les amenaza es Lula. Mientras Lula sea un prisionero político, inocente, la democracia brasileña está en cuestión. No (de volver a) una dictadura militar, sino de una corrosión de la democracia. Lula representa la lucha por la democracia.
P: :¿Cuál es el principal nombre de la izquierda brasileña hoy?
R: Lula. El gobierno de Bolsonaro le teme a Lula, no a mí ni o a los demás. ¿Por qué crees que está en prisión hoy?
P: ¿El PT está dispuesto a renunciar al protagonismo de la izquierda para, potencialmente, derrotar a la ultraderecha en Brasil?
R: (…) No es posible que alguien tenga el 12 % de los votos y quiera que quienes tienen el 42 % renuncien al puesto, porque de lo contrario practican el “hegemonismo”. Eso es un absurdo.
P: ¿Habla de Ciro Gomes, tercero en las últimas elecciones?
R: Hablo de todos los que piensan que tenemos que dar el lugar a alguien. ¿Conoces algún partido que haga esto? Se hacen alianzas. El PT, en 2022, verá lo que está sucediendo en 2022. No hay proyección en 2019, porque eso sería usar una bola de cristal. Pero las fuerzas del momento tienen que lograr una combinación.
EFE.